Los pediatras del complejo hospitalario de Santiago han decidido corregir su criterio y han decidido retirar la sonda de alimentación a Andrea,es decir,el soporte vital que la mantenía pese a la petición de sus padres de darle una muerte digna.
La salud de Andrea,la niña ingresada en el hospital público que padece una enfermedad degenerativa irreversible,ha empeorado en los últimos días,según sostiene la familia de la pequeña y reconoce el equipo médico que la atiende. Los pediatras del complejo hospitalario que hasta ahora se habían negado a admitir el “grave sufrimiento” que los padres insistían que estaba soportando la menor,rechazando la petición de desconectarla de la sonda que la mantiene con vida,han asumido este lunes el agravamiento de su estado.
Mientras los padres se reunían a mediodía con el juez aportándole detalles del padecimiento de la menor con vistas a conseguir su autorización para dejarla “morir dignamente”,los facultativos accedían a modificar el tratamiento de la niña. Un reconocimiento,sostienen fuentes conocedoras del caso,de que la negativa “no obedecía a criterios estrictamente médicos” y de que la salud de la pequeña ha evolucionado tal y como se temía la familia.
Estas mismas fuentes sostienen que las nuevas circunstancias políticas -en alusión al cese,este domingo,de la consejera de Sanidad de la Xunta de Galicia que avaló la decisión de los pediatras tildando de “eutanasia activa” la petición de los padres- y el intento del hospital por “evitar una sentencia en contra”,han sido claves para que el equipo pediátrico haya propuesto la modificación del tratamiento.
La reunión de los padres de Andrea con los médicos del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago se ha prolongado durante horas.
Los padres de Andrea,la menor compostelana que padece una enfermedad degenerativa irreversible,recibieron esta mañana,mientras estaban reunidos con el juez instructor,Roberto Soto —al que acudieron para solicitar una solución al sufrimiento de su hija— una propuesta del equipo médico que atiende a la niña. Los pediatras del hospital de Santiago les propusieron «cierta flexibilización» de su postura inicial,rotundamente contraria a la desconexión del soporte vital que ellos reclaman.
Tras recibir el mensaje,los progenitores de Andrea abandonaron las dependencias judiciales —en donde permanecieron durante casi tres horas— y se trasladaron a las dependencias del complejo hospitalario compostelano. «Vamos a conocer de primera mano esas modificaciones en el nuevo planteamiento que pretenden ofrecer a la familia»,manifestó el abogado de la familia precisando que los padres acogen «de bueno grado» la flexibilización de la rígida propuesta inicial.
Tras reconocer su «angustia vital» por «querer saber» sobre el futuro inmediato que le espera a la niña,la madre de Andrea ha eludido hacer más declaraciones.