Angela Merkel acudirá a votar hoy en su distrito electoral en el norte de Alemania,en Stralsund. Su rival socialdemócrata,Peer Steinbrück,lo hará en Bonn. Cerca de 62 millones de ciudadanos están llamados a las urnas este domingo para renovar el Parlamento y elegir el jefe de Gobierno para los próximos cuatro años. Las encuestas avanzan que Merkel repetirá en el cargo,con alrededor del 40% de los votos,por lo que entregará su voto,tranquila,únicamente en busca de socios de coalición para formar gobierno.
Los colegios han abierto a las ocho de la mañana y no cierran hasta las seis de la tarde. Los electores se encuentran con una papeleta con dos partes claramente divididas: la primera,en la que se elige directamente al candidato de cada formación en el distrito correspondiente. Esta es la elección directa de 299 diputados,uno por cada distrito. La segunda parte de la papeleta contiene una lista de partidos. Es el denominado «segundo voto» y sirve para ponderar la composición de las bancadas del parlamento. Así se elige la otra mitad del Bundestag.
Apenas se comiencen a conocer los resultados electorales,habrá que tirar de calculadora. Es difícil que la CDU de Merkel pueda gobernar en solitario y los porcentajes determinarán cuál es la coalición más conveniente. Merkel preferiría repetir un gobierno de centroderecha con sus actuales socios liberales del FDP,que con un 5-6% de intención de voto en las encuestas no tiene completamente garantizada su representación parlamentaria.
Su segunda opción sería una gran coalición con los socialdemócratas de Peer Steinbrück,con los que ya gobernó durante su primera legislatura. Pero puede haber también sorpresas y coaliciones inéditas,como una hipotética asociación de Merkel con los verdes,que no tiene antecedente histórico pero cuyo camino ha allanado Merkel poniendo fecha de caducidad exprés a la energía nuclear en Alemania,tras la catástrofe de Fukushima.
La única posibilidad de desbancar a Merkel sería un acuerdo de todos los partidos de la oposición,que está todavía a un punto de alcanzarla en las encuestas y que se encontraría con el odio fratricida que se profesan los socialdemócratas y Die Linke,escisión del partido que se marchó decepcionada con Gerhard Schröder para asociarse con los ex comunistas de la RDA.
Un dato determinante será la participación. Después de que el 82% registrado en 1998 haya descendido hasta el 70% de hace cuatro años (79% en 2002; 77% en 2005),se teme que el descenso continúe. Steinbrück calcula que con una participación del 75%,tendría posibilidades de desplazar a Merkel y ha centrado las últimas horas de campaña en un esfuerzo de movilización de votantes.