Un ejemplo claro de la mala gestión pesquera de la administración autonómica canaria tendrá lugar el próximo fin de semana en aguas de Gran Canaria. El próximo sábado,pescadores submarinos de toda España participarán en el XXX Campeonato de España de Pesca Submarina por Equipos. A priori parece un gran honor para la isla,pero ese “honor” nos va a costar muy caro si tenemos en cuenta el tremendo potencial extractivo que se va a desplegar durante 6 horas (desde las 9:00 hasta las 15:00) en la franja comprendida entre el Barrio de San Cristóbal y Jinámar. La élite de la pesca submarina española competirá en un campeonato donde no hay límite de kilos por pescador,al contrario: quien más kilos pesca más puntúa,y la suma de los pesos determinará su clasificación. Por si fuera poco,también habrá un premio para el que capture mayor número de piezas. De acuerdo con las bases,entre las especies que pudieran encontrarse en la zona se salvarán los tiburones y rayas,los lenguados y las arañas.
Esto no es todo,el día siguiente tendrá lugar el XVII Open Nacional Magüe de Pesca Submarina por Equipos en el norte de la Isleta,en donde de acuerdo con la organización: “intentaremos agrupar a equipos formados por campeones y grandes profesionales de este deporte con gente joven que se estén iniciando el mundo de la pesca submarina”.
Resulta increíble que la Viceconsejería de Pesca y Aguas haya autorizado una actividad con semejante capacidad extractiva en las ya esquilmadas aguas de la isla. Ninguna actividad deportiva debería afectar tan drásticamente a los maltrechos recursos pesqueros costeros canarios: ningún deporte debería tener tan alto coste medioambiental.
La Viceconsejería debería priorizar los intereses pesqueros de Canarias sobre ninguna otra cosa. La situación de crisis requiere una actitud responsable de nuestros políticos,ya que los recursos pesqueros son la garantía de alimento de una población y la pervivencia de un sector,el sector pesquero profesional.