Si algo se ha podido ver en los últimos tiempos es que el fenómeno de la globalización, de la migración, han aumentado la competitividad general del mercado. Por eso, cada vez hay más personas capacitadas para realizar el trabajo que usted sabe hacer. Incluso, hay profesionales que quisieran hacer el trabajo por un precio menor al que usted pretende. Sin embargo, en la mayoría de los casos el precio es lo último que los jefes tienen en cuenta al buscar un empleado o contratar a un autónomo. Es, en ocasiones, hasta irrelevante. Por el contrario, se fijan mucho en sus experiencias, en su manera de hacer las cosas, y en algunos otros criterios puntuales.

Esos criterios que decantan la balanza hacia un lado o hacia el otro entre el manojo de profesionales disponibles son los que definen y diferencian a los empleados y profesionales de excelencia del resto de los trabajadores. A diferencia de unos 5 años atrás, el mercado laboral ha achicado un poco su número de vacantes, los salarios generales han bajado sustancialmente, y, también, hay muchísimas más personas en edad laboral activa. Como consecuencia, es más difícil encontrar un buen empleo y mucho más complicado mantenerlo. Los que tienen suerte, se afianzan.

Pero, ante una perspectiva económica de este tipo las empresas necesitan contar con personas que valgan la pena, que merezcan seguir. Y con la suerte, a veces, no alcanza para afianzarse.

Los profesionales de excelencia destacan sobre los demás por algunas cuestiones como las siguientes.

Extienden sus influencias

Si se echa un vistazo en el catálogo de http://libros.plus se podrá percatar de la cantidad de libros que aparecen publicados, y que responden a las categorías de libros académicos, de investigación y de experiencias profesionales.

Aunque pudiera representar un caso aislado, lo cierto es que los mejores profesionales del mercado deben diferenciarse de alguna manera. Y, a pesar de que no se valore tanto como en tiempos anteriores, publicar un libro sigue siendo una manera tajante de marcar diferencia con respecto a personas que compitan por un mismo puesto.

Lo mejor de todo aquello es que no necesita ser un excelente novelista o un dramaturgo. A veces, con sólo mostrar sus vivencias, experiencias y conocimientos bastará para hacerse un hueco dentro del negocio editorial, ganar reputación en su nicho de mercado, y, por supuesto, aumentar la notoriedad de cara a mejores ofertas laborales.

Se forman mucho y mejor

Los profesionales de excelencia no descansan nunca en lo referido a la formación y al estudio. Algunos son compulsivos en su elección, y aprenden tanto como pueden. Otros resultan más selectivos y cautelosos en sus decisiones, y sólo asisten a programas de formación exclusivos, como el caso de Cursos Santa Cruz de Tenerife.

Aunque no se quiera, en España el valor de los títulos y los cursos todavía es muy elevado. Incluso, los cursos que se han realizado fuera de su lugar de origen o de residencia son mejor valorados, porque le dicen subliminalmente al empleador que no le teme a los viajes ni a cambiar temporalmente de residencia con tal de cumplir un objetivo. Y eso es bueno, desde luego.

Pero, para los que no compartan esta visión, siempre existirá internet. Claro que en este caso los programas de estudio deben ser mucho más exclusivos, como el caso de un curso francés online.

La ventaja de los cursos de idiomas, como el ejemplo citado, es que representan a las capacidades transversales. Esto quiere decir que pueden ser usados en cualquier tipo de trabajo que necesite a alguien que hable español y francés. Las actitudes transversales son mucho mejor valoradas, y además, evitan la rápida pérdida de vigencia en el trabajo.

Ser profesional de excelencia es, ante todo, una decisión.