Procesión de Jueves Santo
J. M. Sadurní

J. M. Sadurní 

Un día de gran significación religiosa para los cristianos de todo el mundo es el Jueves Santo. Y es que ese día, que abre el llamado Triduo Pascual (período que abarca desde el Jueves Santo al Domingo de Pascua), la liturgia católica conmemora la Pasión, muerte y Resurrección de Jesucristo, y constituye el momento central de la Semana Santa y del año litúrgico.

De hecho, el Jueves Santo, según relatan los evangelios, daría comienzo con la Última Cena, el momento en el que Jesús se reunió con los doce apóstoles en Jerusalén para despedirse de ellos antes de su Pasión y muerte. Además, durante la cena, siempre según los textos sagrados, les anunció que uno de ellos lo negaría tres veces (Pedro) y que otro le traicionaría (Judas).

Según la tradición cristiana, fue entonces cuando Jesús intituyó el sacramento de la Eucaristía. Así, el Evangelio de San Mateo narra que durante la celebración Jesús tomó el pan, lo partió y se lo dio a sus discípulos mientras decía «tomad y comed, este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros». Después tomó un cáliz lleno de vino y lo ofreció sus discípulos con estas palabras: «Tomad y bebed todos de él, porque esta es mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por muchos para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía».

ANGUSTIA ANTE LA MUERTE

El Evangelio de San Juan relata asimismo otra ceremonia que tuvo lugar durante la Última Cena: el lavado de los pies. Según se narra en el texto, Jesús se levantó de la mesa, se quitó la ropa y llevando una toalla y un pequeño cuenco lleno de agua se dispuso a lavar los pies a sus discípulos como un acto simbólico para dejarlos libres de pecado.

Finalmente, tras la cena, los evangelios cuentan que Jesús, acompañado de algunos de sus discípulos, se fue a orar a un lugar identificado por Mateo y Marcos como el huerto de Getsemaní y por Lucas como el Monte de los Olivos. Ese pasaje de los Evangelios narra la angustia que experimentó Jesús en los últimos instantes antes de ser prendido y llevado ante el Sanedrín.

Tras la oración en el huerto, se produjo el trágico, aunque esperado momento, del arresto de Jesús. Los evangelios dicen que un nutrido grupo de soldados del Sanedrín llegaron acompañados de Judas, que había recibido una bolsa con treinta monedas de plata como pago por su traición. Se había estableció que Judas besaría a Jesús en la mejilla para identificarlo y así poder detenerlo. Para defender a su maestro, Pedro, furioso, le cortó una oreja a uno de los soldados y Jesús, después de colocársela de nuevo en su sitio, pronunció la famosa frase «quien a hierro mata a hierro muere».

TRADICIONES ACTUALES

Hasta aquí lo que cuentan los evangelios, pero ¿cómo se celebra el Jueves Santo en la actualidad? Pues el hecho es que existen diferentes tradiciones. Por ejemplo, durante ese día, los fieles conmemoran la llamada «hora santa», que rememora la agonía y la oración de Jesucristo en el huerto de Getsemaní, la traición de Judas y el prendimiento.

Asimismo, por la mañana se oficia la llamada Misa Crismal en la que se bendicen los óleos que se utilizarán para impartir los sacramentos. Por la tarde tiene lugar una Misa de la Cena del Señor, que conmemora la Última Cena. Se trata de una misa vespertina previa al Triduo Pascual, el cual, como hemos visto, culminará el Domingo de Pascua con la celebración de la Resurrección de Cristo.

Durante ese día también es tradición recorrer siete iglesias como muestra de la inteción de los fieles de acompañar a Jesús durante su Pasión. Además, en muchas ciudades de España se llevan a cabo distintas procesiones que cuentan con la participación de diferentes cofradías en las cuales desfilan por las calles, algunas en silencio y otras con bandas de música, espectaculares pasos en los que se representan escenas de la Pasión y muerte de Cristo, entre muestras de fervor de los fieles y la admiración de turistas y curiosos.

Artículo de National Geographic