Hoy hace 30 años y un día
que me partieron el aliento
y aún siento retardada agonía.
Tal día como hoy
lloraba sin desconsuelo la villa,
a la desgracia se sumaban
los pueblos de toda mi isla.
Que duro es aprender
con las lecciones de la vida,
aún hoy no podemos comprender
el dolor que queda sin medida.
¡Cuanta juventud truncada
cuantos crespos negros!
Hoy quiero rendir un homenaje
a aquellos valientes que perecieron,
en aquel cruel incendio.
Mayen.