Al menos 12 personas fallecieron este lunes durante un tiroteo en la sede central de la Armada de Estados Unidos. Las autoridades confirmaron que un pistolero había sido abatido y explicaron que buscan a otros dos sospechosos con atuendo militar que podrían estar relacionados con la masacre: un varón blanco con una pistola y un varón negro con un rifle.
La jefa de policía de Washington,Cathy Lanier,confirmó la muerte de una persona a la que las autoridades atribuyen la responsabilidad del tiroteo y advirtió que sus agentes seguían buscando a otras dos personas que podrían estar implicadas en la masacre. «Hay otros dos pistoleros a quienes no hemos localizado»,dijo Lanier. «Uno es blanco y lo vimos por última vez en torno a las 8:40 de la mañana con un traje caqui y una pistola. El otro es negro,tiene unos 50 años y llevaba en la mano un rifle. No tenemos ninguna información que nos haga pensar que esas dos personas son miembros del Ejército. Pero sí sabemos que ambos llevan puesto un uniforme militar».
El incidente se produjo a tan sólo cuatro kilómetros de la Casa Blanca en un complejo donde trabajan unas 16.000 personas y sembró el caos en las calles de Washington,cuyas autoridades cerraron seis escuelas y suspendieron la actividad del aeropuerto Ronald Reagan de la capital.
La policía llegó pasados siete minutos
Los testigos escucharon los primeros tres disparos en torno a las 8:20 de la mañana en un edificio cuyos empleados controlan el mantenimiento de los submarinos y los barcos de la Armada de EEUU. La policía de la capital llegó al lugar de los hechos siete minutos después de la primera llamada de emergencia.
Al menos 16 personas fueron trasladadas por impactos de bala a diversos hospitales de Washington. La portavoz del MedStar Washington Hospital,Janis Orlowski,confirmó que su centro había acogido a tres heridos en estado grave. Entre ellos un policía con varios impactos en las piernas,una mujer con una herida en el hombro y otra mujer con heridas en la cabeza y en las manos.
«La alarma de incendios empezó a sonar y yo estaba al teléfono»,decía este lunes uno de los primeros testigos en salir del complejo de la Armada. «Alguien vino y me dijo que no era una alarma y que habían disparado a alguien en el edificio. Mientras salíamos por la puerta de atrás le vimos al fondo del pasillo y oímos disparos. Al doblar la esquina,empezó a dispararnos al menos dos o tres ráfagas».
El portavoz del Pentágono anunció que se reforzaría la seguridad en todas las instalaciones militares del área metropolitana de la capital. La policía neoyorquina reaccionó al incidente anunciando que potenciaría la seguridad en la ciudad por temor a un ataque terrorista al igual que hizo en los días que siguieron al atentado contra el maratón de Boston.
A Barack Obama la masacre le sorprendió preparando su discurso económico sobre el quinto aniversario de la quiebra de Lehman Brothers. El presidente explicó que había seguido con preocupación los sucesos del complejo de la Armada y expresó su pésame a las familias de las víctimas.
«Es un tiroteo dirigido a nuestro personal civil y militar»,dijo Obama. «Son patriotas que hacen su trabajo y que hoy han afrontado una violencia inimaginable que no esperaban sufrir aquí en casa. He dejado claro a mi equipo que quiero una investigación exhaustiva sobre lo que ha ocurrido como lo hemos hecho con tantos otros tiroteos que han ocurrido».