Las multinacionales de los centros comerciales no han parado de aumentar sus beneficios,a pesar de la grave crisis que estamos sufriendo,y,su cuota de mercado,desde el inicio de la crisis en agosto de 2007,se ha incrementado en 10 puntos,pasando del 47% al 57%,engullendo el espacio que tenían cientos de pequeñas empresas en Canarias que han tenido que cerrar,con la consiguiente pérdida de miles de puestos de trabajo.
Mientras amasan esta fortuna y cierran pequeños comercios,estas multinacionales imponen a sus trabajadores recortes en sus derechos que los hacen retroceder a las condiciones laborales de hace más de treinta años. Para lograr esta expresión más despiadada del sistema capitalista favorecen,mediante el miedo y la coacción,la creación de sindicatos solícitos a apoyar sus propuestas,los llamados sindicatos amarillos. Con ellos firman los convenios colectivos con los que los trabajadores pierden derechos conquistados.
De todo esto se habló el pasado viernes en el pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz durante la moción que defendió mi compañera Asunción Frías y en la que intervino un delegado sindical de CCOO que denunció la situación de los trabajadores tras la firma y publicación del nuevo convenio firmado entre las multinacionales y los sindicatos amarillos. En el salón de plenos se reconoció también la labor que realizan día tras día aquellos representantes sindicales que ejercen con honestidad su deber de defensa de los trabajadores,a pesar de las presiones,vejaciones y humillaciones que sufren diariamente en sus centros de trabajo.
Finalmente la moción defendida por Sí se puede fue aprobado con el apoyo del grupo municipal socialista,coalición canaria y grupo mixto,lo que nos invita a seguir promoviendo mociones de igual tenor en otros municipios de la isla. Cada día estoy más convencido de la importancia que supone iniciativas como ésta para ir creando desde lo local estrategias que permitan hacer frente a este inhumano sistema,pero en el pleno del pasado viernes,gracias a Asunción Frías y a los trabajadores y delegados sindicales que llenaban el salón de plenos,este convencimiento me llegó con más certeza.