JORGE BARRENO.- Michelle Bachelet ha vuelto a hacer Historia al vencer en las urnas para un segundo mandato. Con el 100% de las mesas escrutadas,la líder de centroizquierda había obtenido un 62,1% de los votos,frente al 37,8% de su rival,Evelyn Matthei. Pero con permiso de la presidenta electa,la otra gran protagonista de la segunda vuelta presidencial que ayer vivió Chile fue la abstención.
Parafraseando una expresión muy típica del país andino,«los votantes no están ni ahí». De los 13,5 millones de ciudadanos con derecho a voto,sólo acudieron a votar 5,2 millones,un 40%. De hecho,durante todo el día en los colegios electorales se repitieron las escenas de vocales aburridos,salas vacías y de aplausos espontáneos a quienes sí se animaron a ejercer su derecho al voto.
Los chilenos,de forma muy mayoritaria,prefirieron ir a la playa o a la piscina,o incluso de compras navideñas,antes que a votar,ahora que ha dejado de ser obligatorio. El escepticismo político y el voto voluntario que domina el país fue el culpable de que una abstención tan alta.
Muchos analistas subrayaron que parte de la apatía ciudadana se podía también achacar al hecho de que la victoria de Michelle Bachelet estuviera tan cantada. La popular política volverá a presidir Chile desde marzo de 2014 hasta 2018,convirtiéndose en el primer caso de reelección para un segundo mandato desde Alesandri Palma (1920-1925 y 1932-1938).
Más de 13 millones de chilenos estaban llamados a las urnas. Y,por primera vez,la votación era voluntaria gracias a la nueva ley aprobada el año pasado. La abstención ha sido la más elevada de la historia democrática chilena. Pero Bachelet,que emitió su voto pasadas las 10 de la mañana,se mostró rotunda sobre la legitimidad del resultado,independientemente del nivel de abstención. «Es evidente que en todos los países en que hay voto voluntario la votación es menor. Pero lo claro es claro: éstas son las reglas de la democracia y gana el que gana con esta reglas».
«La legitimidad de la elección la dan las actuales reglas de la democracia. Desde el escepticismo no se producen los cambios que necesitamos»,expresó la candidata de la Nueva Mayoría. En igual sentido se expresó el presidente del Senado,Jorge Pizarro: «Lo que no me gusta es que están tratando de deslegitimizar el triunfo. La diferencia de votos ha sido sustancial y eso reafirma el triunfo de Bachelet». Aunque lo cierto es que desde el Gobierno se apresuraron a dejar claro que la participación no deslegitima el resultado.
Sin embargo,en la coalición de Bachelet ya se plantean reintroducir el voto obligatorio. Y apenas habían cerrado los colegios electorales,el debate se avivó entre la clase política chilena. El ex presidente socialista Ricardo Lagos,que antes fue partidario del voto voluntario,reconoció que había cambiado de opinión y abogó por el retorno al sufragio obligatorio. «Es un derecho pero también,en el fondo,es una obligación».
Algo similar opinó la dirigente estudiantil y diputada electa del Partido Comunista Camila Vallejo. «Es normal que haya venido poca gente,por eso soy partidaria de la inscripción automática,voto obligatorio y desincripción voluntaria»,sostuvo.
Un duro mandato para Bachelet
Bachelet tendrá un duro mandato por delante,ya que muchas de las propuestas que ha defendido durante su campaña,como la de elaborar una nueva Constitución,exige de amplias mayorías en el Parlamento de las que carece. El sistema electoral vigente empuja a los partidos a formar coaliciones de centroizquierda y centroderecha y,al mismo tiempo,distorsiona la representatividad de cada coalición. Durante la campaña,la rival de Bachelet,la líder de la Alianza de centroderecha,Evelyn Matthei,ha dejado claro que no quiere someter al país al terremoto político y social que supondría elaborar una nueva Carta Magna. Y,sin embargo,ésta es la principal bandera de la presidenta electa,ya que también dependen de ello otras reformas políticas,económicas y sociales de calado,que ha prometido.
La demanda más solicitada por los ciudadanos,según las encuestas,es una educación pública,gratuita y de calidad. También en el terreno social,la ex directora de ONU Mujeres ha prometido el aborto terapéutico y el matrimonio para personas del mismo sexo. Y quiere modificar la ley tributaria para asegurar una educación gratuita,entre otras medidas.
La jornada electoral de ayer estuvo marcada por anécdotas,como la que se vivió en la Isla Robinson Crusoe del archipiélago de Juan Fernández,a 1.000 kilómetros del continente,en el océano Pacífico donde en una mesa se encontraron con que no habían llegado las papeletas y tuvieron que pedirlas a otra cercana.
Pero fue el presidente saliente,Sebastián Piñera,quien protagonizó la anécdota más comentada,que primero dobló mal su papeleta de votación y después se marchó,olvidándose su carné de identidad,lo que desató burlas en las redes sociales.
Minutos después de conocerse la victoria de la nueva mandataria Piñera,felicitó por teléfono a Michelle Bachelet,momento que transmitieron todas las cadenas de televisión chilenas. La candidata de La Alianza,Evelyn Matthei,no tuvo problemas en reconocer su derrota: «Michelle Bachelet será la próxima presidenta de Chile. Le deseo el mayor éxito en el próximo Gobierno. Nadie que ame a Chile puede desear lo contrario».