En cualquier familia normal con varios hijos,los padres se ocupan y se preocupan de todos por igual. Pero si alguno de ellos está enfermo o pasa por un momento de dificultad,los padres se desvelarán por atenderlo especialmente. Esto es algo que sabemos todos y,en consecuencia,no podemos dejar de asombrarnos por el comportamiento del Gobierno central y del Partido Popular con Canarias,que más podría identificarse con el de un padre desnaturalizado,sin sentimientos,que castiga de forma irresponsable a quien está más débil o a quien necesita más ayuda.
El Gobierno de Mariano Rajoy,que prometió sacarnos de la crisis y aseguró que no subiría impuestos,no ha cumplido. Muy al contrario,se ha incrementado la presión fiscal sobre los trabajadores,las clases medias y los pequeños y medianos empresarios de este país.
Nos prometió también que no habría copago de medicamentos y afirmó que estaba radicalmente en contra de cobrarles las medicinas a los ciudadanos,pero lo está haciendo; dijo que no permitiría el empobrecimiento de los pensionistas congelando las pensiones,y eso es precisamente lo que ha pasa con su subida del 0,25 por ciento,muy por debajo de lo que suben los precios.
Repitió una y mil veces que con el nuevo Gobierno no habría ni un parado más,pero a nadie se le esconde lo que realmente ha sucedido. El paro no ha parado de crecer,y por todo ello bien puede hablarse de un fraude político,que se hace especialmente grave si se tiene en cuenta el compromiso de,al igual que hicieran otros gobiernos anteriores,garantizar a Canarias una consideración especial en Madrid.
El actual Gobierno de España no sólo no está teniendo en cuenta las singularidades,la lejanía y los problemas especiales de nuestro Archipiélago,sino que nos trata bastante peor que al resto de comunidades,lo que resulta realmente terrible y queda bien patente al comprobar que la inversión por habitante en las Islas es de 155 euros,frente a los 250 euros de media nacional.
El Ejecutivo de Rajoy maltrata al Archipiélago en los presupuestos y en las leyes que no tienen en cuenta nuestra insularidad. Este Gobierno se ensaña con nuestra región y lo hace porque Canarias está gobernada por un pacto entre nacionalistas y socialistas,frente al que se plantea la estrategia del asfixie.
Nos restan financiación para provocar peores servicios e incrementar las dificultades,es decir,propiciar la peor consideración de los canarios hacia su propio gobierno autonómico. Esa es la clave: ponerle las cosas difíciles al pacto entre PSOE y los nacionalistas,y para ello no dudan en perjudicar los intereses de todos los canarios.
Es triste que se dedique el doble de dinero a la desalación de agua en Ceuta y Melilla,con menos de doscientos mil habitantes,que a toda Canarias,con más de dos millones de personas. Y resulta un escándalo que se subvencionen líneas del AVE o el tren de alta velocidad peninsular,mientras en Canarias se eliminan las inversiones en carreteras,que son nuestro único sistema de transporte interior.
Supone un desprecio al Archipiélago que se haya dejado a Canarias prácticamente sin fondos destinados a la lucha contra el desempleo y para el empleo social,dejando abandonados a su suerte a las más de 360.000 canarios que se encuentran en paro,y cuyo destino parece importarle bien poco al Gobierno de Rajoy.
Esta política conservadora y centralista merece toda nuestra repulsa y nuestro rechazo. No debemos olvidar cómo nos están tratando; que no se nos olvide cómo nos han traicionado aquellos que prometieron acordarse de nuestros problemas. Cuando vengan con nuevas promesas,tengamos siempre presente que nos han dejado,como decía el poeta Pedro García Cabrera,como colillas apagadas en el cenicero de los mares.
Casimiro Curbelo
Presidente del Cabildo de La Gomera