El nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC),José Ramón Navarro Miranda,ha asumido este viernes su cargo con un discurso en el que ha reivindicado respeto a la independencia judicial y ha pedido todas las acciones necesarias para erradicar la corrupción.
Navarro Miranda ha jurado este mediodía sus funciones en un acto presidido por el presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial,Gonzalo Moliner,al que han asistido el presidente de Canarias,Paulino Rivero,y la delegada del Gobierno,María del Carmen Hernández Bento,entre otras autoridades.
El nuevo presidente del TSJC ha reconocido en su intervención que «son tiempos difíciles» para la Justicia,pero ha defendido que también «pueden ser esperanzadores si se acierta con la transformación del modelo»,convencido de que los ciudadanos siguen depositando una «enorme confianza» en los jueces.
El magistrado ha subrayado que es el momento de volver a reivindicar un Poder Judicial independiente,con jueces «competentes» y «eficaces» y con medios para realizar su trabajo,porque «una Administración de Justicia sin medios suficientes y sobrecargada difícilmente puede responder a lo que demandan los ciudadanos de nuestros tribunales».
El presidente del TSJC ha expresado asimismo su preocupación,en concreto,por dos tipos de delitos: «la lacra» de la violencia contra la mujer -«un problema de tal envergadura que no tiene fronteras y atañe a todos»-,y la corrupción.
Sobre esta última,ha recalcado que «afecta gravemente la legitimidad de la democracia,distorsiona el sistema económico y constituye un factor de desintegración social»,pero también ha advertido de que «a nadie se le escapa que en este tipo de procedimientos la tardanza en la investigación,instrucción y decisión comparta un alejamiento de la Justicia de la ciudadanía».
En este contexto,ha citado al filósofo alemán Caspar Rudolf von Jhering,»uno de los más grandes juristas de la historia»,para proclamar que «la más grave responsabilidad no recae sobre la parte del pueblo que vulnera la ley,sino sobre aquella que no tiene el valor de hacerla mantener inviolada y respetada».
«Son tiempos cruciales para la Justicia,marcados por el excesivo número de asuntos,los atrasos o la mala percepción sobre ellos,pero pueden ser tiempos esperanzadores si acertamos con la transformación del modelo»,ha insistido,para reclamar la implicación en esa tarea de gobernantes y legisladores.
Porque Navarro Miranda defiende que España necesita «una estructura judicial y unas leyes procesales estables,fruto de un acuerdo político lo más amplio posible,pues a todos beneficia el correcto funcionamiento de la Justicia,del mismo modo que su mal funcionamiento comporta un perjuicio generalizado,no solo mayores costes,sin también por la pérdida de calidad democrática».
El presidente del Supremo,Gonzalo Moliner,ha coincidido con él en la reivindicación de la independencia judicial y en el convencimiento de que la sociedad española «confía en sus jueces».
«Pese a la imagen que en numerosas ocasiones nos confirman los estudios de opinión,a veces negativa,la Justicia y los jueces son objeto y consideración social que,en el fondo,residencia en ellos la convicción ciudadana de que suponen una verdadera garantía del Estado de Derecho. Y ello,a pesar de todas las limitaciones con las que tienen que realizar su trabajo»,ha manifestado.
Al inicio y final del acto,un grupo de funcionarios de los juzgados han protestado contra los recortes presupuestarios en este ámbito y contra la ley de tasas promovida por el ministro Alberto Ruiz Gallardón.
Un jurista moderado
El nuevo máximo responsable de la Justicia en el archipiélago es miembro de la asociación judicial Francisco de Vitoria,considerada de carácter moderado entre la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM) y la progresista Jueces para la Democracia (JD).
 El jurista,que tomará posesión en Las Palmas a partir del próximo 23 de abril, nació en Santa Cruz de Tenerife el 16 de noviembre de 1959. Se licenció en Derecho por la Complutense en 1981.
Navarro Miranda tiene  un carácter afable y está considerado como un jurista competente,de ideas claras y capacidad de diálogo,según informa en su edición el periódico Canarias7.  Es optimista y conoce la realidad de la calle; supera con nota la imagen del juez encerrado en su despacho. En la prueba oral que pasó ante la comisión de calificación la semana pasada subrayó entre sus objetivos el reforzamiento de las inspecciones a los órganos judiciales y la lucha contra la violencia de género.