LaGomeraSeMueve nació con un objetivo muy claro: averiguar que pasó en aquel terrible incendio de 2012,determinar quiénes fueron los responsables y conseguir que las ayudas llegaran a los afectados (por cierto,el Cabildo Insular sólo ha tardado 2 años en dar el dinero para los animales quemados y,curiosamente,justo a tiempo para la campaña electoral) Estos objetivos siguen tan vivos como aquellos días,pero con el tiempo nos hemos convertido,casi sin quererlo,en la voz de las personas olvidadas,de los colectivos que luchan y de todo aquel que no puede dar la cara porque en esta isla la represión sigue imponiendo su ley.
El caso que queremos hacer público hoy es de los más vergonzosos que han caído en nuestras manos. Tanto,que en un territorio «normal»,mañana mismo habría alguien resolviéndolo,a la vez que dimitiendo. Pero nada de eso pasará.
Es el caso de una pareja de El Cercado (no los nombraremos por respeto). Ambos octogenarios. Ambos gomeros de los de antes,de los que pasaron muchísimos sacrificios para criar a sus hijos en una época donde prácticamente faltaba de todo,de esos gomeros que salen mucho en los discursos de los políticos cuando ensalzan las virtudes de lucha,tesón y amor a nuestra tierra.
Hace algún tiempo,la esposa,tras sufrir un grave incidente cerebro-vascular,debió ser trasladada a un centro dada la imposibilidad de que su marido le pudiera dar los cuidados que precisaba. La esposa reside desde entonces en el centro de mayores de Hermigua.
Desde ese mismo momento,su marido se desplaza CADA DÍA en guagua hasta San Sebastián y después a Hermigua. Ida y vuelta CADA DÍA para estar con su esposa. CADA DÍA madruga,coge la primera guagua hasta San Sebastián,donde espera sentado en la estación hasta las 15:30 para subirse en el trayecto a Hermigua. Está un par de horas en el centro y de vuelta para llegar a su casa,ya bien entrada la noche. Recuerda mucho a aquel famoso cortometraje: «Ella no se acuerda de mi,pero yo si de ella».
Varias personas que conocen este caso se han puesto en contacto con diferentes autoridades y han solicitado su traslado a San Sebastián o Alajeró donde hay plazas de sobra y donde el trayecto sería más corto y más sencillo. No se ha hecho nada.
Hace un tiempo,nuestro amigo,llamémoslo héroe porque se lo merece,empezó a sufrir mareos y tuvo que ser trasladado a Tenerife por una insuficiencia cardíaca. Ha sido el único periodo en el que no ha podido visitar a su esposa. Ahora,otra vez en la Gomera,y con muletas,sigue haciendo el viaje diario del Cercado a Hermigua. CADA DÍA.
Él piensa que está siendo perseguido porque,una vez,agobiado mientras pedía soluciones y ayudas que no llegaban,le colgó el teléfono a cierto político que gobierna con mano dura esta isla. Desde ese día tampoco valen los bonos de transporte que una vez le asignaron. Y lo entiende casi como algo normal,porque estos gomeros han vivido el caciquismo,la represión franquista y de nuevo el caciquismo. Ser maltratados por el poderoso es algo elevado a normalidad.
Si en esta isla hubiera un mínimo de vergüenza política mañana nuestra empleada-consejera de Servicios Sociales Silvia Padilla resolvería esta situación y presentaría su dimisión. Pero Silvia ahora mismo no está para estas «tonterías». Silvia (la que también permitió el saqueo del hospital viejo) junto con sus «amigos» Ventura del Carmen (la del avión del millonario) «Julito» Cruz (el que votó que no a investigar el incendio) Gregorio Medina (el de las medias verdades) Fernando Méndez (el de los viajes) y Casimiro Curbelo (el de la sauna,la operación telaraña,… el que se fue de vacaciones cuando la isla ardía) están de campaña electoral paseándose por los pueblos regalando rosas. En estos días no se trabaja. En estos días la miel de palma tiene que esperar,el paro en la isla tiene que esperar,… Y nuestro héroe y su mujer tendrán que esperar.
Mañana,mientras estos siguen de paseo,un héroe anónimo madrugará en Cercado y saldrá de viaje con la ilusión de ver a su esposa un día más. Ocho años haciendo el trayecto de ida y vuelta a Hermigua en un gesto a amor que debería hacernos reflexionar a todos.
LGSM