Así ha sido desde hace más de 30 años y así debe seguir siendo: público,económico y eficiente. En consecuencia,todo cambio debe ayudar a avanzar y no a retroceder como desgraciadamente sucede en los últimos meses en los que con la excusa de la crisis se están reduciendo las opciones del servicio público de salud.
En tiempo de dificultades lo lógico es reforzar aquellos mecanismos o sistemas que la falta de recursos hace aún más necesarios,pero incomprensiblemente en este país parece que se ha decidido hacer justo lo contrario. Lejos de reducirse,las quejas y peticiones de ayuda formuladas por personas que llevan largas temporadas esperando a ser atendidas aumentan cada día.
Y si para muestra basta un botón,no hay más que mirar lo que sucede en territorios pequeños como La Gomera,donde las complicaciones se multiplican por la necesidad de acudir a los hospitales de referencia o la falta de especialistas.
El Cabildo de La Gomera recibe multitud de peticiones de ayuda y,por tanto,pese a no tener competencias,mantiene cada año en los presupuestos insulares – en 2013 también – una partida económica destinada a prestar ayuda a aquellos que atraviesan una situación complicada.
Sin embargo,la acción local no es suficiente. La sanidad española es uno de nuestros mayores tesoros y uno de los sistemas más baratos que existen en Europa. Mientras que en el resto de los países de la Unión Europea el gasto sanitario supone el 8’5 por ciento del Producto Interior Bruto,en España supone un gasto de algo menos del 6’5 por ciento,porcentaje mínimo para garantizar una sanidad pública y universal a la que todos podamos acceder.
En lugar de imponer recortes y privatizaciones,es necesario que el Gobierno nacional y también el regional,corresponsables de la sanidad pública,hagan un mayor esfuerzo por aumentar la calidad sanitaria,acabando así con críticas tan duras como la que esta misma semana hacía pública la Asociación 'El Defensor del Paciente',desde la que se señala a Canarias como la Comunidad Autónoma en la que más hay que esperar para someterse a una intervención quirúrgica.
La lista de espera en Canarias se sitúa en 140 días,mucho más que los 87,2 días de media del conjunto de España. Además,el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria es uno de los que peor parados sale en la memoria presentada por la Asociación,al figurar en posición destacada en clasificaciones tan lamentables como quejas por el servicio de Urgencias o reclamaciones por supuestas negligencias.