El ministro Soria es menos inteligente de lo que aparenta y más peligroso y liante de lo que la gente sospecha.Fue un buen alcalde de Las Palmas de G.C. durante su primer mandato y un desastre el segundo.Cuando abandonó el ayuntamiento dejó un reguero de condenas judiciales y una deuda extraordinaria que al menos tardarán medio siglo en abonar a proveedores y en sentencias firmes después de decenas de denuncias por las formas tan particulares de hacer política del ex-alcalde Soria.De sus siguientes cuatro años en la presidencia del cabildo de Gran Canaria lo único reconocible fue la colocación de una gigantesca bandera española en la Fuente Luminosa que le costó algún disgusto y bastantes euros a los grancanarios.
Soria debería usar algo más el sentido común y le iría mejor ,pero tiene la tendencia natural de meterse en charcos para después usar a la tropa y que le saquen de apuro. Por eso coloca a su gente estrategicamente en puestos clave de la administración que controla.Siempre anda metido en algún lío;ahora es el petróleo para tocar las narices a Paulino y a ese enemigo histórico llamado PSC-PSOE al que ofrece formar gobierno para eliminar a los nacionalistas con los que gobernó casi veinte años.Sus ofertas continuas de compartir «cama» con los socialistas a los que tanto detesta son irritantes.En vez de tratar de hacer lo mejor que puede sus tareas en el ministerio se pasa el día provocando al rival y aireándolo luego por las noches en su televisión favorita de la que es gatoadicto.Lo peor es que está cobrando por eso.
El presidente de la comunidad valenciana,Alberto Fabra y la alcaldesa Ritá Barberá le pararon los piés cuando intentó hacer las prospecciones petrolíferas en la costa levantina.Metió el rabo entre las piernas y fijó su objetivo aquí en Canarias dónde dice que hay petróleo del bueno(núnca había escuchado que había petróleo malo) y al mismo tiempo pone el punto de mira sobre el mediocre gobierno que sufrimos en ésta región. Soria con el petróleo y Paulino con el turismo;cada loco con su tema.De ahí no salimos.El ministro asegura que no hay riesgo de que los turistas salgan por patas y el presidente dice que si,que afectará y frenará al monocultivo del turismo. A todas estas,andamos ya metidos en los 300 mil parados,más del 30 por ciento de desempleo y ni con el espectacular número de turistas que llegó a Canarias el año pasado,mas de 12 millones,bajó la cifra de desocupados.Ninguno de los dos abandona ese discurso cutre y rancio que aburre a las ovejas y que nos hace cada vez más pobres.De bolsillo y de cerebro.
Estoy a favor de que se hagan los estudios necesarios para saber si hay bolsas de petróleo en aguas canarias como dice el ministro Soria.Pero me cabrea que me manipulen;que manoseen los datos de forma tan perversa.Si resulta que hay petróleo,estupendo,prefiero eso,a que los jóvenes canarios se tengan que ir a buscar la vida a Alemania cómo les anima Paulino Rivero y quitarse el muerto de encima.
A mediados de los años 80,al entonces presidente,Jerónimo Saavedra en una conferencia en el Club Prensa Canaria,se le ocurrió la idea de animar a los empresarios a invertir en África.Cómo se podrán imaginar,casi se lo comen crudo,los mismos que hoy tienen negocios importantes y muy rentables por todo el continente africano.Hemos sufrido una clase política necia,semianalfabeta y que se ha pasado media vida acechando agazapada los tropezones del rival para tirársele al cogote y degollarlo,olvidando que han sido colocados ahí para resolver los problemas de los ciudadanos.Pero se vuelven locos con un duelo al amanecer.Sería la leche que se dedicaran a trabajar. Y asi llevamos 30 años perdidos,nadando en la indigencia intelectual. A Soria se lo tragará el petróleo y a Paulino los suyos igual que hicieron con López Aguilar.
A Rivero y a su tropa le ha caído la seria completa y el reintegro de la lotería con el aburrido y manido asunto del petróleo.Es conocido que el nacionalísmo tiene en sus genes como principal misión divina para sobrevivir la necesidad de tener siempre un enemigo enfrente.Una vez fue la ley de aguas que acabó con los diputados saliendo a paraguazos del parlamento,otra vez la Universidad de LPGC,otra vez la moratoria turística para frenar más camas y ahora el petróleo.Asi anda el personal entretenido y no se aburre ni siquiera viendo la manipulación brutal de la televisión de Paulino la víspera de las manifestaciones en contra de las prospecciones petrolíferas.Del papelón del PSC-PSOE en ésta película,mejor no hablar,o sí. Fue entrar a formar parte del gobierno y contagiarse de «priapísmo».Todo eso en un rato.No se sabe si están o no están;y si están no se sabe muy bien que hacen ellos por ahí.El PSC se pasó la última década denunciando la desastrosa política social de los sucesivos gobiernos de CC y PP.Sin embargo,con los socialistas en el ejecutivo esas políticas ni han mejorado ni están consolidadas;al contrario,están bastante peor.La ley de la dependencia es el ejemplo del estrepitoso fracaso de éste «nuevo gobierno».Del gobierno de «las personas» de las que habla Paulino.
El PSC-PSOE necesita echar el candado a sus sedes y tirar las llaves al fondo del mar para que a nadie se le ocurra bajar a buscarlas;jubilar a sus dirigentes;irse a la oposición allí donde se tengan que ir y sentar las bases de una organización moderna y sin tanta caspa.El PSOE de éstos años es una verdadera calamidad que afrenta a sus simpatizantes que observan angustiados y avergonzados la situación a la que han llevado a una organización progresísta y de izquierda plural.No cambian desde que «el mar muerto estaba ya enfermo» y da igual si celebran congreso o no.Necesitan quitar las telarañas,barrer hasta las esquinas,comprar bidones de zotal y poner en marcha un zafarrancho de limpieza a fondo.Es una desgracia,que se aferren a una derrota clamorosa para que sus dirigentes se muestren tal como son a calzón quitado.Son igual de felices en la victoria como en la derrota ¿no les suena de algo Andalucía?