A. ORDÓÑEZ .- El aeropuerto de Castellón sigue cerrado. No ha tenido actividad alguna desde que en marzo de 2011 el presidente de la Diputación,Carlos Fabra,cortó la cinta inaugural de una terminal «fantasma»,en la que ni había ni hay aviones. El aeródromo es todo un monumento al despilfarro y a la mala gestión de los recursos. Además de ejemplo de un cuestionado modelo de desarrollo aeroportuario de «café para todos»,similar al del AVE,cuyos resultados colocan en entredicho. La terminal castellonense fue autorizada y declarada de interés general por Francisco Álvarez-Cascos,actual presidente del Principado,cuando estaba al frente del Ministerio de Fomento. Hoy,una década después y tras 150 millones de euros de inversión,carece de una fecha concreta de apertura,el mantenimiento supone un gasto mensual de 300.000 euros,ha consumido 30 millones en publicidad y la sociedad pública encargada de su puesta en marcha está en situación de quiebra técnica. Por cierto,el proyecto original incluía la recalificación de suelos para 45.000 viviendas,doce campos de golf y un parque temático. Las cuentas de la lechera.
Otro ejemplo. El aeropuerto de Ciudad Real nació para convertirse en el segundo gran aeródromo de Madrid. Iba a ser el complemento ideal para Barajas,gracias,en muy buena medida,a una estación de AVE construida en la propia terminal. Pero el primer aeropuerto privado de España,que había sido inaugurado a bombo y platillo en 2008,cerró solo dos años después. Se había quedado sin aviones,pese a contar con una pista de 4 kilómetros,con capacidad para aterrizajes y despegues del Airbus A-380,el más grande del mundo. Los promotores habían calculado una afluencia anual de 2,5 millones de pasajeros y apenas llegaron a diez mil en seis meses. El faraónico aeropuerto,que había supuesto una inversión de 1.100 millones de euros,quebró y en su caída empujó a la Caja Castilla-La Mancha,con una importante participación en la idea.
Un repaso global arroja datos demoledores. Un tercio de las 52 terminales españoles (42 de AENA) permanece sin uso o funciona bajo mínimos. El país tiene dos aeropuertos cerrados,pero hay cuatro más sin vuelos regulares y otros seis que se ven gravemente amenazados por los recortes en Air Nostrum. No sólo eso: cuatro aeródromos más disponen de dos o menos rutas y otros nueve no llegan a los cien mil pasajeros cada año,lo que equivale a disponer de menos de un vuelo al día. Este es el desolador panorama de una red de aeropuertos que suma más de 12.600 millones de deuda,que pierde casi 600 millones anuales,y que todos los años destina 50 millones de euros de dinero público a subvenciones,más o menos encubiertas,a las aerolíneas. Bruselas quiere poner coto a este tipo de ayudas,de una más que dudosa rentabilidad y legalidad,este mismo año,según confirmó el pasado diciembre a LA NUEVA ESPAÑA el comisario europeo de Competencia,el socialista español Joaquín Almunia.
En este escenario de crisis,pérdidas y recortes de vuelos,Asturias salva los muebles,aunque en breve se quedará sin la conexión diaria con París. La terminal de Santiago del Monte no es rentable desde el punto de vista económico,puesto que no llega a los 2,5 millones de usuarios anuales,pero,con 1,3 millones de pasajeros en 2011,se mantiene como el segundo aeródromo más utilizado del Noroeste,tras el de Santiago de Compostela. Además,sus pérdidas son menores que las de los aeródromos gallegos,de Santander o León,por poner ejemplos cercanos. Según los datos de AENA,el resultado operativo imputable del aeropuerto de Asturias en el ejercicio de 2010 fue negativo en 4,08 millones de euros,con una deuda de 66,17 millones,treinta menos que,por ejemplo,la terminal cántabra de Parayas. En realidad,y atendiendo a los parámetros de la propia AENA,únicamente 15 aeropuertos españoles superan el límite de rentabilidad,y,de ellos,sólo once ganaron dinero en 2010. Son los de Alicante,Bilbao,Fuerteventura,Gerona,Ibiza,Lanzarote,Gran Canaria,Palma de Mallorca,Tenerife Sur,Sevilla y Valencia. Madrid-Barajas cerró ese ejercicio con una deuda imputable por encima de los 6.400 millones de euros y Barcelona con más de 2.000 millones.
Junto a Castellón y a Ciudad Real,el resto de «puntos negros» de la red están en Albacete,Huesca,Córdoba y Badajoz,cuyos aeródromos se han quedado sin vuelos. De ellos,el caso más reciente es el de la ciudad extremeña. El pasado diciembre,la marcha de Air Nostrum dejó sin actividad a una terminal inaugurada en 1990 y que andaba por los 10.000 usuarios al mes. Por su lado,los aeródromos de Burgos,León,Logroño,Pamplona,Salamanca y San Sebastián tienen el futuro seriamente amenazado,ya que dependen exclusivamente de Air Nostrum,una compañía que está reduciendo drásticamente sus servicios y que,en pleno recorte de destinos,dejará a Asturias sin conexión aérea con Andalucía en la cartelera de verano. El futuro de la terminal de Lérida también está en función de lo que decida Pyrenair,especializada en el transporte de esquiadores. Si la compañía se va,quedará sin vuelos. Reus,Logroño,El Hierro,Vitoria y La Gomera tienen menos de dos rutas. Además,León,Salamanca,Burgos,La Gomera,Vitoria,Logroño,Córdoba,Albacete y Huesca cerraron el ejercicio de 2011 por debajo de los cien mil habitantes,lo que equivale a menos de un vuelo al día. Por lo tanto,también pasan por «aeropuertos fantasmas».
Pese a este panorama,en los últimos años se han llevado a cabo millonarias inversiones en aeropuertos muy poco utilizados y que tienen otras terminales más potentes a poco más de una hora de viaje por carretera. Hay más,pero el caso más paradigmático es el del aeródromo leonés de la Virgen del Camino. Los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero destinaron 80 millones de euros a la construcción de una nueva terminal de viajeros y a la mejora general de las instalaciones. Poco después de la inauguración,cerraba la cafetería por falta de clientes. El pasaje ronda los cinco mil viajeros al mes,con tendencia a la baja,y la oferta de vuelos es limitadísima.
La situación del aeródromo leonés está en consonancia con la del resto de terminales de la comunidad autónoma vecina,amenazados por los recortes en Air Nostrum y con un nivel de usuarios que no justifica las ayudas que la Administración autonómica ha concedido a las aerolíneas,disfrazadas de convenios de promoción turística ya que la aportación directa está prohibida. Según los datos que maneja la Comisión Nacional de la Competencia,cada billete de avión de las terminales de Castilla y León tiene una subvención de 29,1 euros de dinero público. En Asturias es de 1,44 euros. Competencia pone en cuestión,con datos,que los denominados acuerdos turísticos sean realmente efectivos. Ejemplos: entre 2007 y 2011,Zaragoza ha puesto 34 millones en manos de las compañías y se queda en 65.000 pasajeros mensuales,en torno a la mitad de los que suma Santiago del Monte,que ha desembolsado en ese mismo periodo 8,6 millones para convenios con Air Europa,Air Berlín y Easyjet.
Pese al panorama económico,a que España tiene más aeropuertos que Alemania,o a que hay veinte terminales que tienen otra a una hora de viaje en coche,en distintos puntos del país están en marcha proyectos para la construcción de nuevos aeródromos. «El hombre es el único animal…»,reza el dicho.