Carlos Buet Santana fue declarado hace algunos meses como inválido absoluto para poder ejercer ningún tipo de trabajo debido a una enfermedad renal crónica. En ese momento recurrió al seguro de vida firmado con CajaCanarias cuando adquirió su vivienda. Sin embargo,se encontró con la sorpresa de que la entidad financiera se negó a pagarle la mitad de la hipoteca al asegurar que en el momento de la suscripción de la póliza no informó sobre esta enfermedad. Buet sostiene que nunca se le hizo ningún tipo de cuestionario referente a su salud. Extremo negado por CajaCanarias desde donde se afirma que sí fue sometido a un interrogatorio aunque se niegan a facilitarle la prueba documental. La entidad ha alegado en varias ocasiones que se le ha perdido el expediente o bien que sólo están obligados a entregarlo ante un Juzgado.
Sin embargo,en la demanda ya presentada se indica que CajaCanarias sí ha aceptado pagar este mismo seguro de vida pero por un crédito solicitado en otro momento que asciende a más de 13.000 euros. La entidad ya ha dado el visto bueno a este abono pero curiosamente éste tampoco se ha llegado a efectuar lo que convierte a la situación en doblemente extraña. En estos momentos,Buet ha optado por pagar sólo la mitad de la hipoteca,dado que se ha separado ya de su pareja y que al declarse su invalidez ha visto como se han reducido de forma significativa sus ingresos. Este cliente ha exigido ya en los tribunales que la aseguradora le pague los 140.000 euros comprometidos en la póliza que se corresponden con la mitad de la hipoteca contratada. Pero además,exige que se le devuelvan las cuotas abonadas y los intereses hasta el momento en el que se emita una sentencia firme a su favor. Desde hace un tiempo intenta vender su vivienda por un precio notablemente inferior al pagado en su momento,pero sin ningún resultado positivo.
«Me enteré de que había suscrito un seguro de vida y del hogar cuando empecé a pagarlos porque la verdad es que a mi en el momento de la firma de la hipoteca nadie me comentó nada. Todos los recibos están al día,tanto el del préstamo como el de la casa»,indica Buet. Cuando se declaró su invalidez absoluta comprobó que este supuesto estaba cubierto por el seguro hasta el 50% de la hipoteca y la totalidad del préstamo. Sin embargo,al ponerse en contacto con la aseguradora de CajaCanarias ésta dijo que su enfermedad era anterior a la suscripción de la póliza y nunca fue declarada. «Si a mi me hubiesen preguntado yo lo habría dicho y entonces o me subían la cuota o directamente no me hubiesen hecho el seguro pero es que nunca me preguntaron nada»,dice. En estos momentos Buet está siendo sometido a diálisis dos veces a la semana y permanece en lista de espera para recibir un trasplante de los dos riñones. En caso de que tenga que seguir abonando la totalidad de la hipoteca se enfrenta al riesgo de ser desahuciado ya que se ha separado de su anterior compañera que además está en el paro y en estos momentos tampoco podría asumir su parte del préstamo.