Otra cosa es que como consecuencia de una fiesta se produzcan altercados y agresiones,extremos que tendrá ahora que aclarar el juzgado una vez que existen dos versiones contradictorias sobre los hechos acaecidos.
Para el que fuera secretario general y presidente del PSC,a los dirigentes políticos hay que criticarlos y encausarlos por su actividad pública y si cometen un delito relacionado con la misma,mientras que la vida privada es la de cualquier ciudadano normal. «El puritanismo escandaloso no lleva a ningún lado y,al contrario,pocos querrán dedicarse a la política si les imponemos normas de conducta que no se les aplican a otros»,asegura el ex presidente del Ejecutivo regional y ex alcalde de la capital grancanaria.