Creo que no hay conciencia clara de la profundidad de los daños. La ciudadanía no es consciente de que se ha quemado un espacio muy singular,explicó ayer en conversación telefónica el director del Parque de Garajonay,Ángel Fernández a L. del Rosario para el periódico Canarias7.
Un año después del incendio que afectó a la reserva natural,el experto insiste en recordar que lo vivido en agosto de 2012 en La Gomera fue “una gran catástrofe ecológica”. Las llamas ,dijo,alcanzaron “bosques antiguos con árboles añosos”,pero también “al suelo” que estuvo ardiendo durante meses.
Hoy,añadió,se puede decir que “el mecanismo de cicatrización de la naturaleza” se “ha iniciado”. De hecho,continuó,se puede ver el “rebrote” en los árboles y se puede decir que “ha rebrotado el 50% de ellos” aunque de forma “muy desigual”,es decir “hay zonas con muy escaso rebrote y otras en que es bastante bueno”
Intervención
Ello apunta,señaló Fernández,a que habrá que hacer algún tipo de intervención en determinadas zonas.
Para el visitante,según Ángel Fernández,en 10 años el Garajonay volverá a tener “el aspecto de paisaje,verde” recuperado. O en otras palabras,“tendrá una apariencia presentable”,aunque hay que recordar que el 80% del parque se salvó. Pero debemos ser conscientes,añadió,de que “los daños fueron muy graves”,el suelo sufrió una enorme erosión,de varios centímetros,y esto es un factor que no se recupera en cientos de años”. Y es que el Garajonay a diferencia de otros,es “muy fértil”,lo que unido a la singularidad arbórea del parque hace que el incendio del pasado año “sea,probablemente,la mayor catástrofe ecológica en Canarias en las últimas décadas”.
También se perdieron algunas “poblaciones de especies de flora amenazadas”,aunque “en todos los casos las podemos recuperar” porque “tenemos un banco de semillas que nos lo permite”,explicó el responsable del Garajonay.
Organizar y gestionar
Ángel Fernández,avanzó que pretenden llevar a cabo una “gestión activa y organizar el territorio” desde el punto de vista de la prevención de incendios. Así,añadió,en “lugares estratégicos-“ se crearán “barreras” o se reforestará con vegetación “menos inflamable”. Pero,por otro lado,continúo hay que pensar en reducir el “impacto ecológico” que provocan los troncos quemados que “tardarán décadas en caer. No obstante,el mayor problema es presupuestario. Este año las ayudas están aseguradas y esperan que en el futuro lleguen también.