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Lilly ha anunciado resultados positivos del estudio de fase 3 del ‘TRAILBLAER-ALZ 2’, un nuevo fármaco para el Alzheimer, que muestran que el anticuerpo monoclonal donanemab reduce significativamente la progresión del deterioro cognitivo y funcional en personas con síntomas tempranos de la enfermedad de Alzheimer.

En base a estos datos, Lilly ha anunciado a través de un comunicado que “trabajará” con Estados Unidos y otros países a nivel global para “obtener la aprobación del fármaco en el menor tiempo posible”. EEUU ya rechazó en enero la aprobación acelerada de donanemab debido al número limitado de pacientes que habían estado expuestos al fármaco durante al menos 12 meses en un estudio clínico.

‘TRAILBLAER-ALZ 2’ reclutó a personas con síntomas tempranos de la enfermedad de Alzheimer, que presentaban deterioro cognitivo ligero (DCL) y demencia leve, en las que se había confirmado neuropatología de Alzhéimer. Los participantes terminaban su ciclo de tratamiento con donanemab una vez alcanzado un nivel preespecificado de eliminación de la placa amiloide en el cerebro.

Los participantes fueron estratificados por su nivel de proteína tau, un biomarcador predictivo para la progresión del Alzheimer. La población en la que se evaluó el objetivo primario del estudio estaba compuesta por personas con un nivel intermedio de tau y síntomas clínicos de la enfermedad de Alzheimer (1.182).

En esta población, el fármaco provocó un retraso en el deterioro cognitivo del 35 por ciento. A su vez, el 47 por ciento de los participantes tratados con donanemab no mostraron un empeoramiento en una medida clave para evaluar la progresión de la gravedad de la enfermedad en un año, en comparación con el 29 por ciento de los participantes con placebo.

El 52 por ciento de los participantes completó su ciclo de tratamiento en un año y el 72 por ciento en 18 meses, tras lograr la eliminación de la placa amiloide.

Los pacientes que recibieron donanemab tuvieron un 40 por ciento menos de progresión en el deterioro en la capacidad para realizar actividades de la vida diaria a los 18 meses. Además, los pacientes con donanemab presentaron un 39 por ciento menos de riesgo de progresar a la siguiente etapa de la enfermedad en comparación con los que recibieron placebo.

“Estamos muy orgullosos de que en las personas con Alzheimer que han participado en este estudio, donanemab haya obtenido resultados clínicos positivos, con una alta significación estadística. Se trata del primer ensayo de fase 3 de cualquier medicamento en investigación para la enfermedad de Alzheimer que demuestra una reducción en la progresión del 35 por ciento en el deterioro clínico y funcional”, ha explicado el director científico y médico de Lilly y presidente de Lilly Research Laboratories, Daniel Skovronsky.

TAMBIÉN REDUCE LA PROGRESIÓN EN PERSONAS EN ETAPAS AVANZADAS

Por otro lado, también se incluyó a un número menor de personas con niveles altos de tau al inicio del estudio (552), lo que representa una etapa más avanzada en la progresión de la enfermedad. Debido a que se preveía que estos participantes presentarían un deterioro clínico más rápido y responderían menos al tratamiento, la población objetivo del estudio fueron los pacientes con unos niveles intermedios de tau.

Los participantes con niveles altos de tau fueron agrupados con la población con un nivel intermedio de tau en un análisis primario adicional de todos los participantes inscritos (1.736). En esta población combinada, donanemab también demostró resultados positivos significativos en todos los criterios de valoración clínicos, mostrando un retraso del deterioro clínico de un 29 por ciento y un 22 por ciento, respectivamente.

“Estos resultados sugieren que las personas en la etapa temprana de la enfermedad podrían beneficiarse más de las terapias dirigidas de eliminación del amiloide”, ha señalado el vicepresidente del área terapéutica de dolor y neurodegeneración de Eli Lilly and Company, y presidente de Avid Radiopharmaceuticals, Mark Mintun.

ACTÚA CONTRA LOS NIVELES DE PLACA AMILOIDE, CLAVE EN EL ALZHEIMER

Además de retrasar el deterioro cognitivo y funcional, donanemab produjo reducciones significativas en los niveles de placa amiloide cerebral evidenciadas incluso a los 6 meses de iniciar el tratamiento, como se observó mediante tomografía por emisión de positrones (PET) cerebral de amiloide.

A esto se suma que muchos pacientes alcanzaron niveles de amiloide considerados negativos para la patología: el 34 por ciento de los participantes en la población intermedia de tau logró la eliminación de amiloide a los 6 meses y el 71 por ciento logró la eliminación a los 12 meses.

“La placa amiloide es una característica fisiopatológica definitoria de la enfermedad de Alzheimer. Los resultados principales de este estudio brindan un apoyo convincente a la relación entre la eliminación de la placa amiloide y un beneficio clínico en las personas con esta enfermedad”, ha detallado Eric Reiman, director ejecutivo de Banner Research, uno de los centros de investigación del ensayo.

LOS ANTICUERPOS MONOCLONALES Y LOS EFECTOS SECUNDARIOS

Donanemab se une así a otros anticuerpos monoclonales, como lecanemab (Eisai y Biogen), que se están estudiando contra el Alzheimer, y que se han convertido en los fármacos más esperanzadores que han salido hasta la fecha para atajar las consecuencias de la enfermedad.

En el caso de lecanemab, los ensayos clínicos realizados hasta ahora han mostrado que el fármaco reduce un 27 por ciento el deterioro cognitivo leve en personas con Alzheimer tras 18 meses de tratamiento. Además, también disminuyó los niveles de amiloide en el cerebro, una de las proteínas clave de la enfermedad.

Sin embargo, tanto lecanemab como donanemab han presentado algunas dudas para los investigadores en Alzheimer, puesto que podría provocar efectos secundarios como, por ejemplo, un encogimiento del cerebro, según un estudio realizado por investigadores del Instituto Florey de Neurociencia y Salud Mental de Melbourne (Australia).

Según los nuevos resultados de Lilly, un 24 por ciento de los tratados con el donanemab tuvo inflamación cerebral, aunque solo el 6 por ciento experimentó síntomas, mientras que el 31,4 por ciento de los que recibieron el fármaco y el 13,6 por ciento del grupo de placebo también registró microhemorragias.

“Nos sentimos especialmente motivados por los beneficios clínicos potenciales que puede proporcionar donanemab para las personas con enfermedad de Alzhéimer, aunque, como muchos tratamientos efectivos para enfermedades debilitantes y mortales, existen riesgos asociados que pueden ser graves y potencialmente mortales”, ha reconocido Mark Mintun.