Gonzalo Herrera

He dirigido una carta en estos días atrás, a título personal y como ciudadano, a los primeros ediles de San Sebastián de La Gomera y de Villamartín de Valdeorras. En ella les pido que se resuelva una deuda histórica con una persona sabia y eminente que murió hace 200 años. Una deuda también con los dos lugares que lo acogieron al principio y al final de su vida. Como suponen, me refiero a Antonio José Ruíz de Padrón. La primera, La Villa de San Sebastián, le dio la vida y fue donde se empapó de una educación pletórica de bondad y de impulsos culturales y formativos. La segunda, Villamartín o Vilamartín, le sirvió para poner mucho de lo aprendido al servicio de las gentes de ese bonito pueblo gallego. Allí terminó su vida y allí descansa.

En el trayecto vital de este genio ilustrado, como se sabe, le sucedieron miles de aventuras y desventuras. Desde su participación en el Tribunal de la Inquisición hasta sus luchas contra ese mismo Santo Oficio al que perteneció, o su éxito al acabar con el Voto de Santiago, impuesto que hacía aún más paupérrima la vida de los más necesitados.

Cómo no nombrar también sus participaciones en Las Cortes consiguiendo beneficios para Tenerife y luego para Galicia. O las obras hidráulicas del final de su vida que hicieron de Villamartín el vergel en el que se convirtió.

He suplicado a las autoridades competentes de ambos municipios que hagan todo lo que esté en sus manos para el hermanamiento del que sé que ha habido algunos contactos en algún momento. Me llegan noticias, por ejemplo, del viaje del director general de Ordenación y Promoción Turística del Gobierno de Canarias para promover este encuentro. Este ducentésimo aniversario de su muerte es el momento idóneo. Además, propongo que lo ideal sería promover una Fundación y un Encuentro anual (o bianual), alternando la sede, donde se investigue, se estudie y se difunda la labor de este gomero-valdeorrés de talla mundial.

Llevo años estudiando su vida y obra, y he visitado varias veces Villamartín para recoger datos para un libro que estoy acabando. Me ha ayudado mucho el Instituto de Estudios Valdeorreses y el Sr. Aurelio B. Trincado que me ha facilitado información. También he visitado otras localidades donde “El Abad” dejó su huella como Quintanilla de Somoza en León.

En esa carta también me he puesto a disposición de los gobiernos municipales de ambos municipios para ayudar y para buscar a todos los estudiosos que han abordado su figura y la han querido poner en valor como el señor Manuel Mora Morales, entre otros.

Les he dejado claro que no es para nada una iniciativa política sino ciudadana, pero que, si creen que es necesario y procede, llevaré una moción a Pleno con esto que propongo. Espero que lo apoyen todos los grupos de mi Ayuntamiento. Apelaré también al Pleno de Vilamartín de Valdeorras para que se haga lo mismo.

Espero contar con el apoyo de todas las personas de San Sebastián y de toda Canarias  promoviendo esta iniciativa.