El hombre a lo largo del tiempo ha aumentado la curiosidad por aquello que no puede comprender. Por ejemplo, los sueños se han convertido en una obsesión para muchos, por lo que hay diversas teorías para la interpretación del significado de estos. Conoce un poco sobre cómo el hombre ha tratado de encontrar lo que significan los sueños.

El enigma de los sueños

A través del sueño, el organismo recupera la energía consumida durante las actividades físicas y mentales del día. Esta es una función biológica que toda persona necesita, y que ha dado pie a grandes investigaciones. Durante el sueño, algunas funciones del organismo se inhiben de manera parcial.

Ahora bien, otras zonas del organismo se mantienen trabajando para conseguir que la persona pueda despertar de nuevo. Técnicamente, la mente continúa funcionando, lo que implica la generación de pensamientos, emociones y sensaciones. Algunos de estos pensamientos son tan vívidos, que orillan a más de uno a querer buscar el significado de los sueños.

La ciencia ha invertido tiempo y dinero en descubrir qué pasa durante el sueño y en interpretar estas imágenes mentales. Sin embargo, otros expertos aluden que los sueños no tienen más que la función de potenciar un proceso cognitivo: la memoria. Pero se ha encontrado en otras áreas que han estudiado el significado de estos procesos mentales, puedes seguir el siguiente enlace para más información.

¿Qué cree el hombre sobre los sueños?

Un estudio sobre la creencia que tiene el hombre sobre el significado de lo que sueña reveló que entre 50 y 70 % de las personas pensaban que los sueños proveían información importante para la vida. El significado atribuido a estos sueños varió en función a las creencias de cada persona estudiada o su cultura.

La necesidad de creer que tras los sueños hay algún mensaje oculto proviene del deseo de conocer lo que pasará en el futuro. Por esa razón, diversas tendencias han tratado de encontrar una respuesta para satisfacer sus deseos más internos.

La interpretación del proceso onírico

Tratar de interpretar los sueños no es una práctica actual. De hecho, desde hace más de tres mil años la humanidad alberga la necesidad de conseguir algunas respuestas del proceso onírico. Algunas tribus y pueblos incluso incorporan esta necesidad como parte de su cultura étnica y social.

Antes del siglo XX, las personas atribuían los sueños a fenómenos que trataban de revelar algún mensaje de un ser superior. Además, existían propuestas sobre prácticas como la adivinación siendo una creencia que apoya la predicción del futuro a través de los sueños. De hecho, en algunas obras literarias griegas se hace patente este tipo de creencias.

Sin embargo, después que el psicoanálisis se hizo presente, se ha atribuido al inconsciente, una parte poco accesible del pensamiento humano. Freud fue quien definió negativamente la técnica psicoanalítica para dar una interpretación al sueño. Para este psicoanalista, la interpretación no debía contaminarse con pensamientos supersticiosos o proyectivos, ni ser sugestiva.

Freud pensaba que la interpretación del sueño debía apoyarse en el análisis y reflexión del proceso mental. Por lo que debían estudiarse las represiones del soñador, sus resistencias y sus repeticiones. Entonces, el proceso de interpretación quedaba a cargo del analista, quien estructuraría el pensamiento durante el sueño, para darle una interpretación.

Un acercamiento más hacia el inconsciente

Más tarde, Carl Jung se adentró más en la interpretación de estos fenómenos oníricos del hombre. Según este estudioso de la mente, los sueños sin tomar en cuenta el inconsciente serían un cúmulo absurdo de imágenes del vivir diario. Consideraba entonces que cada sueño poseía una finalidad y por lo tanto, valía la pena tratar de interpretarlos tomando el inconsciente como base.

Freud y Jung se diferenciaron en sus acepciones sobre el proceso onírico. El primero, buscaba una causa para los sueños y la colocaba como base fundamental de este proceso. Sin embargo, Carl Jung se enfocaba en el conocimiento propio de la persona a través de la compresión de estas imágenes durante el sueño.

Ahora bien, la ciencia contrapone estas teorías y asegura que los sueños no tienen significados ocultos. Más bien, se trata de un repaso del cerebro por actividades diarias, preocupaciones o asuntos pendientes. Y que además, contienen un alto valor emocional, dependiendo de la vivencia de la persona.