Actualmente, factores medioambientales claves como el calentamiento global, que produce el aumento de temperaturas en el Planeta, lleva a la escasez de recursos hídricos por la falta de lluvias. En territorios frágiles -medioambientalmente hablando-como Canarias, y más específicamente las islas más verdes y protegidas como La Gomera -declarada Reserva Mundial de la Biosfera-, el agua no sólo es fuente de vida, sino esencial para el mantenimiento de ese entorno natural.

A esos factores globales, debemos sumar las actividades económicas actuales, un sistema social basado en el excesivo consumo de productos por parte de la población, desastres naturales como los incendios, a la par que el abandono paulatino de las actividades derivadas del sector primario, que ponen en peligro el sostenimiento de un paisaje tan particular como el de La Gomera, toda una joya ecológica que tenemos la responsabilidad de proteger y conservar para las generaciones presentes y futuras.

Por todo ello, el PSOE de La Gomera y sus consejeros representantes en el Cabildo Insular apuestan por el agua y su cuidado como base y sustento de la isla, de su presente y de su futuro. “Es necesaria una línea estratégica a seguir para que se cuide la actual infraestructura de embalses, pozos y estanques, además de sentarse a planificar una red de depuradoras ecológicas en aquellos barrios y caseríos de poca población, que no debiliten nuestro frágil ecosistema, a la par que debemos situar en el mapa insular, en aquellos lugares de mayor población, estaciones depuradoras ecológicas y desalinizadoras, que apoyen las reservas hídricas necesarias para afrontar el futuro crecimiento poblacional o las camas turísticas actuales y futuras”, afirma el consejero portavoz del Grupo Insular del PSOE gomero, Ángel Fariña Chinea.

Los consejeros insulares socialistas creen que los núcleos de poblaciones más densos como Valle Gran Rey, la capital insular y el municipio de Alajeró -únicomunicipio insular que creció en población- deben ya de tener una adecuada infraestructura que afronte los retos del cambio medioambiental que ya se está produciendo y para el futuro más inmediato. “Si dejara de llover con cierta continuidad, nos debemos plantear si es suficiente con las depuradoras actuales. Los suelos turísticos y el número de camas de cada uno de los municipios deben ser estudiados con prontitud para conseguir que no escaseen las reservas hídricas para instalaciones hoteleras que están o que se pudieran construir en un futuro cercano en la isla. Los turistas no sólo son un número que aporta economía a un lugar, son, además de la población local, personas que consumen agua diariamente, lo cual implementa los servicios básicos esenciales”, afirma el consejero insular José María Morales.

Afrontar con garantías un futuro organizado y planificado para los próximos veinte o treinta años, estudiando los nichos turísticos insulares y su modelo a implantar, ayudaría al acierto en la planificación, implantación y desarrollo de una eficiente red de recursos hídricos y de aquellas infraestructuras que aporten soluciones a la población local y turística, a las actividades agrícolas y económicas, y al sostenimiento del paisaje insular. “Aprovechemos los recursos económicos que nos llegan para dar respuesta a las necesidades futuras de nuestra isla. Hay que planificar para que no lamentemos situaciones futuras. El agua es clave en ello”, afirma la consejera insular Inmaculada Rodríguez.