Los grupos Nacionalista, Popular y Mixto (ASG) han sacado adelante este lunes el dictamen sobre la Proposición de Ley que modifica la ley de islas verdes, que amplía el uso turístico en suelo rústico, en medio de reproches entre los grupos por la interpretación del último dictamen del Consejo Consultivo. según informa la Agencia EFE.

A falta de lo que suceda finalmente en el Pleno, por ahora no ha sido posible el consenso entre la oposición y los grupos que apoyan al Gobierno de Canarias, por más que haya habido un receso de una media hora antes del comienzo de la comisión para buscar puntos de encuentro.

El diputado del Grupo Mixto, Jesús Ramos (ASG), ha comentado que las islas verdes pierden población y muchos jóvenes salen al exterior para poder tener un proyecto de vida, con un «abandono» del paisaje, especialmente en las zonas interiores.

Ha dicho que el objetivo de la ley es complementar el desarrollo de la agricultura con el turismo pues «es muy difícil» comercializar los productos, de ahí que sea necesario modificar la ley «y con máximo consenso».

«Es necesario hacer algo y de forma urgente», ha apuntado, dejando la puerta abierta a fijar limitaciones diferentes para cada una de las islas

Luis Campos, de Nueva Canarias (NC), ha dicho que se trata de la décima modificación de la ‘ley de islas verdes’, cuarta en esta Legislatura, y muchas de ellas «van respondiendo» a adaptar la ley a conseguir un único objetivo, «que no haya impedimentos» al desarrollo turístico y urbanístico.

Ha apuntado, según lo resalta el Consejo Consultivo, que esta modificación estará por encima de otras leyes turísticas, por lo que su grupo se opone, aparte de que ha lamentado la falta de tiempo para estudiar la ley.

En su opinión, la modificación lleva la regulación «a la mínima expresión posible», criticando que no se adapta a los nuevos tiempos sino que pretende que ningún funcionario pueda plantear prácticamente reparos o quepan otras interpretaciones.

Por ejemplo, ha rechazado que de forma ordinaria se puedan implantar hasta 200 camas turísticas en suelo rústico. «Eso no es complementario a la actividad agrícola», ha indicado, si bien se ha matizado a que sea a partir de inmuebles preexistentes.

«QUIEREN ISLAS GRISES», DICE PODEMOS

Manuel Marrero, de Podemos, ha comentado que «no vale todo» para resolver los problemas de las islas verdes, resaltando que la modificación esconde «una nueva ley» que, desde su punto de vista «está abocada al fracaso».

Ha apuntado que le ley responde «al modelo desarrollista de los 60» y además, vinculado a las medianías y los pueblos agrícolas, tildando de «inconcebible» que se puedan construir «hoteles medianos» en suelos rústicos. «No quieran islas verdes, quieren islas grises, con mucho hormigón», ha indicado.

Por el Grupo Popular, Lorena Hernández ha comentado que estas islas necesitan una ordenación «específica», peor no desde el punto de vista «especulativo» sino como una simple cuestión de «supervivencia», y haciéndolo compatible con la defensa del paisaje.

«No saben como es el día a día de estas islas», ha espetado a NC, Podemos y PSOE, criticando que prejuzguen «que la ley va a funcionar mal», aunque aún espera que los socialistas puedan acercarse al espíritu de la norma.

«En ningún caso queremos cargarnos lo mejor que tenemos, que es nuestro paisaje», ha apuntado, preguntándose «qué más da» que haya un alojamiento turístico complementario a una finca que se encuentra en cultivo.

Nayra Alemán, del Grupo Socialista, ha lamentado la falta de tiempo para analizar la modificación de la ley que pretende «cambiar un modelo». «Así no se cambian las cosas», ha agregado.

Ha dicho que la ley, en 2002, siempre habló de «complemento» a la agricultura y que no se cometieran los errores del turismo de masas del resto de islas, y al contrario, ahora abogan porque surjan «hoteles de la nada».

ES «URGENTE» DAR SALIDA A LA LEY, DICE CASTRO (CC)

Alemán ha pedido modular el desarrollo turístico en esas islas y deja sus enmiendas vivas para el próximo Pleno, dejando la puerta abierta a posibles cambios de votación una vez analizadas todas las enmiendas, pues no les gusta votar «de oídas».

Antonio Castro, del Grupo Nacionalista, ha criticado que «se ponga bajo sospecha que la ley va a ser mala», subrayando que esta modificación es una «derogación» de la ley de 2002, «que no se ha podido aplicar».

Ha tildado de «duro» el discurso del PSOE, que además presenta enmiendas muy reglamentarias cuando el objetivo es «simplificar» la ley, que es «compleja» porque es «novedosa» y está avalada por el Tribunal Constitucional. «Se puede implantar un alojamiento turístico pero solo si se cultiva el terreno», ha comentado.

Castro ha puesto en valor los proyectos en edificaciones preexistentes, pues hay «muchas construcciones abandonadas, que deterioran el paisaje y suponen pérdida de patrimonio», apuntando que se abren a negociar que la extensión esté limitada.

A su juicio, esta ley «es urgente» para darle una salida socioeconómica a las islas verdes, lastradas por el envejecimiento y la falta de perspectivas económicas, tras sufrir «el calvario» de la ley de directrices.

«No quiero poner bajo sospecha la ley, vamos a darle una oportunidad», ha destacado.