Nuestras islas han sido siempre consideradas un misterio digno de película donde duendes, hadas, hechizos, islas fantasmas y brujas se tornan como protagonistas. De hecho, ya existe el libro que recoge los hechos inexplicables de nuestro archipiélago. ¿Conoces las leyendas que fueron perseguidas por la Iglesia Católica? En este artículo analizamos este rico patrimonio cultural que no te puedes perder:

Los aborígenes, autores del misticismo

Se les acuña a los antiguos habitantes prehispánicos la autoría de la atmósfera mágica que impregna las islas, manifestada especialmente en los bailaderos -repetidos en todas las islas, aún sin haber tenido comunicación entre ellas-. Y es que, tal y como podemos leer en Isla de Tenerife Vívela, es posible encontrar incluso capítulos con rituales encontrados por todo el archipiélago pese la separación de las islas, fruto de la herencia de algún pasado común de la población aborigen.

¿Qué fueron los ‘bailaderos’?

Los bailaderos se trataban de lugares situados en las vértebras de las cordilleras pues sus habitantes, los antiguos canarios, querían beneficiarse de las vibraciones energéticas desprendidas por la madre Tierra. Sus panorámicas abiertos, permitían vislumbrar el macizo montañoso, rico en flora y fauna autóctona. Este ‘iconismo’ tiene su base en la rendición de culto a la naturaleza, lugar especial donde los hechiceros encontraban la fuente de energía para sus rituales.

En cuanto a su nombre, el término ‘bailadero’ está asentado sobre dos teorías, la primera de ellas debe a su origen al baile pues estos lugares hacían la función de ‘plazas públicas’ donde los habitantes prehispánicos celebraban sus ritos religiosos, encuentros y fiestas. La segunda, sin embargo, tiene que ver con ‘bailadero’ pues se dice que los aborígenes, mediante el ayuno y la sed, hacían balar a las ovejas para así atraer a la lluvia ante la necesidad de agua.

Los bailaderos -especialmente el famoso Bailadero de Anaga o el Bailadero de Las Brujas- no pasaron desapercibidos pues de hecho se cree que numerosos practicantes de brujería y ocultismo llegaban a nuestras islas para desarrollar sus rituales. ¿Será por esto que a día de hoy los ‘bailaderos’ atraen grandes masas de turismo que deciden hospedarse en casas autóctonas a través de Airbnb e incluso realizar rutas de senderismo, como las que encontramos en Wikiloc?

Luces misteriosas, casas encantadas y seres de luz

Las islas no son sólo conocidas por los hechizos llevados a cabo en los bailaderos, también lo son por sus casas encantadas. En el pequeño municipio de Tacande (en la isla de La Palma), se documentó uno de los primeros fenómenos paranormales en España en el que el alma de Ana González ( fallecida debido a muerte por parto) visitó a sus familiares durante 87 días en el año 1628 para arrullar a su niño recién nacido, mover la cuna y cantar villancicos al ritmo de las letras: «María lo envuelve, José lo arrulla; | por ser carpintero, el niño no tiene cuna. | María lo envuelve en sus lindos cantares».

Este alma en pena quedó vagando debido a la culpa que sentía al no haber confesado que estaba embarazada y morir dejando a un niño por criar. De acuerdo con esta creencia, fue gracias a la ayuda de la Inquisición que envió a un sacerdote, el alma se marcó dejando conversaciones documentadas con la difunta. La casa sufrió un incendio, sin embargo, su leyenda siempre quedará en el recuerdo de los isleños.

Pero este no es el único caso donde vagan las almas, también es conocido el de dos caminantes que cometieron el pecado de asar un cabrito utilizando la madera de una cruz situada en honor a un fallecido. Desde entonces, la famosa Luz Mafasca (objeto de un largometraje) se hace aparecer en las llanuras situadas entre Antigua y Betancuria (isla de Fuerteventura). Esta luz de color azul contiene la forma de un balón de fútbol y -de forma pacífica- acompaña a los caminantes por los senderos solitarios de la isla.

Por otra parte, en el Barranco de Badajoz se han documentado no sólo luces sino también la existencia de seres de luz o ‘seres blancos’. Esta leyenda tiene su origen en la conocida como ‘niña de las peras’ quien penetró en las profundidades del barranco con la intención de encontrar fruta y -pese a ella asegurar que sólo estuvo un par de horas con unos seres extraños- desapareció por 20 años sin que el tiempo hubiese pasado por la misma.

Las Islas Canarias no se encuentran solas en cuanto a fenómenos de brujería, estos se han distribuido por todo el planeta, con algunos tan importantes como los 8 pueblos de brujas en España. Sin embargo, las leyendas y creencias más extendidas las encontramos en esta infografía de Betway Casino, donde se analiza el origen de los números de la suerte así como a otras leyendas y supersticiones que han vivido con nosotros. Por ejemplo la mano de hamsa’ o Fatima, -símbolo de protección contra el mal de ojo- utilizado por la cultura musulmana.

Las brujas vestidas con largos ropajes negros habrán muerto. Sin embargo, continúan en el colectivo popular gracias al boca a boca; esencia a través de la cual nos regalan historias tan interesantes como los mitos y leyendas de La Gomera.