Canarias se juega mucho con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Más allá de afinidades o no a determinadas siglas o colores, también en esta ocasión, el interés de las Islas debe situarse por encima de los intereses de cada partido. No es momento para cálculos preelectorales. Es la hora de la responsabilidad. Es el tiempo de dejar a un lado cualquier consideración que no atienda a que nuestro Archipiélago necesita que se aprueben unos PGE que nos ayuden a fortalecer nuestro tejido productivo y a apuntalar cuestiones básicas como los servicios públicos o la conectividad, entre otras prioridades.

El cuanto peor mejor, no es el camino. Cuando a España le va bien a Canarias le va mejor, si somos capaces de poner todos de nuestra parte para que el tratamiento que recibimos por parte del Estado atienda al criterio de justicia social y territorial.

No es poco lo que nos estamos jugando con estos Presupuestos Generales del Estado. Empezando por la mejora de nuestra ficha financiera y continuando con la mejora de la dotación de los diferentes convenios, así como con la oportunidad de participar adecuadamente en el fondo de competitividad. Los PGE contemplan también algunos alivios fiscales destinados a trabajadores que ingresen menos de 14.000 euros y a los jubilados, que quedarán exentos de pagar el IRPF. También mejoran las pensiones, con una subida del 3% para las pensiones mínimas y no contributivas y de un 2%, para las de viudedad, además de un aumento, si no suficiente al menos razonable de los salarios del sector público.

Las cuentas también resuelven temas estratégicos para el Archipiélago como el nuevo REF, así como la reforma del Estatuto de Autonomía, la recuperación de las partidas de los convenios bilaterales suscritos, así como el aumento al 75% de la bonificación de los viajes a la Península.

Sin duda, cualquier análisis responsable de la situación invita a pensar en que contribuir a apoyar los presupuestos, que sin duda no son los mejores pero son buenos para las Islas, tiene mucho que ver con la defensa del interés general.

El conflicto de Cataluña favorece la parálisis administrativa a la que contribuye la incomprensible falta de diálogo político. Pero todos no podemos estar a expensas de un conflicto territorial extremo, que sólo ofrece egoísmo y postureos electorales por un lado y por otro. Hay que avanzar. Si estos presupuestos garantizan mejoras para todos los españoles y singularmente para los canarios, debemos apoyar que se incrementen los recursos destinados al Archipiélago por segundo año consecutivo, después de casi una década de maltrato. Ese es el reto de los parlamentarios de las islas en las Cortes.

Si no se obtuvieran los apoyos necesarios, forzando que se prorroguen los presupuestos, estaremos abocados a asistir a un retroceso de esos avances. Convenios como los de obras hidráulicas, costas, rehabilitación de zonas turísticas o vivienda, entre otros, parecen argumentos suficientes para propiciar el acuerdo que hace falta para no perjudicarnos a nosotros mismos y, por extensión, a todos.

Entiendo que no será fácil. Los Presupuestos que fueron al Consejo de Ministros extraordinario del pasado martes tienen no pocos obstáculos en el camino. En pocos días el Gobierno de España ha recuperado el apoyo de Ciudadanos pero ha perdido el compromiso de apoyar sus cuentas por parte del Partido Nacionalista Vasco. Desgraciadamente, la situación en Cataluña no solo está causando un daño cada vez más irreparable a aquella región sino que, atendiendo a la última escalada de tensión, puede ser el motivo de que finalmente el país se quede sin Presupuestos, en este caso porque el PNV se sienta obligado a dar un paso atrás por la presión de sus militantes y simpatizantes.

En lo que pudiéramos denominar la lectura canaria de los Presupuestos, lo primero es respetar a quienes poniendo en la balanza los diferentes elementos a valorar concluyen que estos no son los presupuestos que necesita el país. Ahora bien, desde ese respeto a las posiciones divergentes también es legítimo animar a los partidos canarios con representación en el Congreso y en el Senado a que arrimen el hombro para su aprobación si, como así parece confirmarse, son buenos para nuestro Archipiélago.

Hablamos del convenio de carreteras, de mejorar las oportunidades de los canarios que se desplazan a la Península, de incrementar las opciones de quienes viven en las islas no capitalinas o de que veamos por fin reflejadas las partidas derivadas del nuevo REF económico. Hablamos, en definitiva, de un buen puñado de argumentos favorables.

Desde Agrupación Socialista Gomera (ASG) argumentamos en coherencia con lo que hemos venido defendiendo en la escena parlamentaria autonómica. No nos casamos con nadie ni entregamos cheques en blanco. Nunca hemos tenido ni tendremos un doble discurso. Las razones que esgrimimos aquí para dar o quitar nuestro apoyo a las cuentas autonómicas las trasladamos al debate de los PGE.

Cuando unos presupuestos ayudan a impulsar convenios, financiación y actuaciones que mejoran el día a día de los canarios hay que apoyarlos en defensa del interés general, sin detenernos en las siglas o colores de quienes gobiernan en ese momento. Todos, sin excepción, debemos hacer un esfuerzo para conseguirlos. Porque sin ser los mejores, son los mejores que podemos tener.