El juez Santiago Pedraz ha acordado este miércoles el ingreso en prisión de Mario Conde dentro de la investigación que mantiene abierta contra el exbanquero y personas de su entorno —como sus hijos Alejandra y Mario y su abogado de confianza— por crear supuestamente un entramado de empresas en España y otros países destinado a repatriar y blanquear el dinero que Conde se apropió de Banesto en los años 90. Pedraz ha dictado prisión incondicional sin fianza. Todos los implicados de la investigación, bautizada por la Guardia Civil como operación Fénix, están acusados de blanqueo, organización criminal, frustración de la ejecución de sentencia y ocho delitos fiscales.

Conde volverá a prisión, en este caso a Soto del Real, por primera vez desde julio de 2008, cuando salió tras cumplir una condena de veinte años de cárcel por el caso Banesto, sobre el saqueo de la entidad bancaria que presidía.

El juez ha ordenado la prisión incondicional también para el abogado Francisco Javier de la Vega, arquitecto del entramado societario de Conde, y ha decretado arresto domiciliario para la hija del ex banquero, Alejandra. Para el resto de acusados, el magistrado ordena libertad con comparecencias semanales.

Las investigaciones han desvelado que Conde supuestamente repatrió 13 millones de euros saqueados de Banesto desde ocho países distintos desde 1999, a pesar de que se declaró insolvente para hacer frente a las indemnizaciones derivadas de sus condenas e incluso pidió dinero para pagar fianzas para salir de la cárcel.

El exbanquero ha llegado a la Audiencia Nacional a las 8.54 en un furgón de la Guardia Civil, procedente de las dependencias del instituto armado en Tres Cantos (Madrid). Las declaraciones han comenzado en torno a las once de la mañana.

La declaración del exbanquero ante el juez Pedraz ha sido «corta», según ha informado su abogado Ignacio Peláez en la puerta de la Audiencia Nacional. El letrado ha hecho hincapié en que las fincas de Mallorca propiedad de Mario Conde, y que se están investigando, fueron adquiridas por Conde a su suegro antes de su etapa en Banesto. La defensa ha evitado hacer referencia a los 13 millones de euros supuestamente repatriados sobre los que se centra la investigación.

Además de Conde y sus hijos Alejandra y Mario, están acusados el abogado Francisco Javier de la Vega, Francisco de Asís Cuesta, María Cristina Álvarez Fernández y Roland Stanek. Fernando Guasch Vega-Penichet, yerno del exbanquero, fue puesto en libertad por la Guardia Civil, aunque sigue en calidad de investigado, y está a la espera de que el juez le cite a declarar.

La Fiscalía Anticorrupción había solicitado prisión incondicional para el expresidente de Banesto Mario Conde, su hija Alejandra Conde, y su abogado de confianza Francisco Javier de la Vega, amparándose en el riesgo de fuga y destrucción de pruebas, según fuentes jurídicas. Para su hijo Mario, el Ministerio Público ha reclamado la puesta en libertad con medidas cautelares, comparecencias periódicas ante el juzgado.

La operación es fruto de la querella que interpuso la Fiscalía Anticorrupción el 29 de marzo contra 15 personas (han sido detenidas ocho), tras un aviso del Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales (Sepblac). La investigación llevaba muchos meses en marcha bajo el impulso de la Fiscalía Anticorrupción, alertada por Hacienda, que a su vez había recibido un chivatazo de que estaba llegando dinero desde el exterior con destino a sociedades tras las cuales se hallaban el exbanquero o sus testaferros.

La detención de Conde se produce 23 años después de que estallase el caso Banesto y cuando ha transcurrido más de una década desde que abandonó la cárcel tras cumplir 11 de los 20 años de prisión que le impuso el Tribunal Supremo en julio de 2002 por delitos de apropiación indebida, estafa y falsedad documental. Dejó un agujero de 2.700 millones de euros en Banesto cuando la entidad tuvo que ser intervenida en diciembre de 1993 por el Banco de España. Después fue absorbida por el Santander.