Ana Oramas

El segundo debate para la truncada investidura de Pedro Sánchez, ha constatado, lamentablemente, la incapacidad de los grandes partidos, tan acostumbrados a las mayorías, para hacer las cosas de otra manera y dar el ejemplo que esperan de nosotros los ciudadanos.

Hemos perdido una valiosísima oportunidad para el entendimiento, para el abrazo común en esa casa común que es el Congreso.

Pero nosotros, los nacionalistas canarios, no nos resignamos a que sea posible llegar a un acuerdo y, por eso, hemos animado al resto de grupos políticos a trabajar, cuanto antes, para ello.

Llegamos al debate sabiendo que no había una mayoría suficiente para formar Gobierno, que es lo que nos hubiera gustado, pero era -y sigue siendo- necesario dar un paso adelante para que en este tiempo que queda hasta el dos de mayo, se imponga la sensatez.

Se lo debemos a las generaciones nacidas en democracia y que son el futuro de este país. Se lo debemos a la ciudadanía que sigue sin Gobierno y, por responsabilidad, decoro y altura de miras, nos lo debemos a nosotros mismos.

No debemos olvidar, ni un segundo, que mientras dentro del Hemiciclo no nos ponemos de acuerdo, fuera, la gente sigue teniendo problemas que resolver. Porque la crisis no ha acabado para las pequeñas empresas, ni para los autónomos, ni para los pensionistas, ni para las familias.

En una situación como esta, es bueno tener presente el ejemplo de Canarias. Nuestro pasado reciente está hecho de sacrificios, pero hemos sabido sobreponernos a años de penurias, de emigración y de crisis cíclicas y mirar hacia adelante con esperanza.

Siempre hemos sido solidarios, porque sabemos que la supervivencia de un pueblo solo puede levantarse sobre las bases de la generosidad.

Ese ejemplo es el que nos gustaría que hubiera presidido esas sesiones, porque era necesario romper, de manera urgente, con un pasado de recortes y con las políticas que nos han llevado a esta situación de bloqueo.

Tras cuatro años de mayoría absoluta y ausencia de diálogo social, los ciudadanos han votado un parlamento más plural. Y no se han equivocado. Se equivocan, en cambio, quienes, a día de hoy, son incapaces de llegar al entendimiento. Es eso lo que nos aleja del corazón de la gente.

Seguir, a estas alturas, sin Gobierno, no solo es un fracaso colectivo, sino que es un ejemplo de aquello que se ha dado en llamar ‘vieja política’.

Y a eso, los nacionalistas canarios, hemos dicho ‘no’. Hemos dicho ‘no’ a la intransigencia y a la incapacidad para dialogar; a quienes hablan desde el rencor y el resentimiento; al populismo de quienes confunden el Congreso con un plató de televisión; a las desigualdades y la precariedad laboral. Hemos dicho ‘no’ a quienes siempre nos dijeron ‘no’ durante cuatro años.

Y, por esos mismos motivos, hemos dicho ‘sí’ a un acuerdo, que, con todas las mejoras que se puedan introducir, tiene en cuenta a Canarias y a sus necesidades, que garantiza la igualdad de los habitantes de este país, vivan donde vivan y atiende al clamor ciudadano que pide regeneración institucional y política. Un acuerdo que recoge y reconoce nuestras singularidades y recupera los derechos que se nos habían eliminado: planes de empleo específicos, mejora de las bonificaciones en los billetes de avión y el transporte de mercancías, una financiación igualitaria, anclaje del REF a la Constitución, dotación de los convenios para ser más competitivos, atención a nuestro campo y nuestra pesca, revisión de las pensiones no contributivas…

Con nuestro apoyo a la investidura de Pedro Sánchez  hemos dicho ‘sí’ a quienes, pese a las dificultades, han hecho su trabajo, a quienes han aparcado sus diferencias para buscar puntos en común.

Hemos dicho ‘sí’ por responsabilidad, por el presente y el futuro, porque es momento de pensar en los ciudadanos, antes que en las siglas.Hemos dicho ‘sí’ porque este país, porque su gente, porque Canarias no puede esperar más.

Nuestro voto afirmativo no inclina la balanza, pero tiene el valor de un gesto sincero y muy necesario: el de ser los primeros en dar un paso para que el diálogo sea posible; el de animar al resto de las fuerzas políticas a abandonar el inmovilismo, el partidismo, y sumarse a ese entendimiento que deseamos tenga lugar antes de vernos abocados a unas nuevas elecciones.

 

Ana María Oramas González-Moro

Diputada de Coalición Canaria en el Congreso