Pablo Iglesias e Iñigo Errejón de Podemos (EFE)

Las tres alianzas territoriales con las que Podemos concurrió a las generales en Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia han redoblado la presión a Pablo Iglesias, líder de Podemos, para que les consiga grupo propio en el Congreso y también han iniciado un pulso para mantener autonomía y voz si finalmente no lo logran. Algunos de ellos, sobre todo los valencianos, amenazan con irse al Mixto o aliarse con los dos diputados de IU. En Comú Podem, Compromís-Podemos y En Marea exploran ya su plan b si el PP, el PSOE y Ciudadanos vetan esa opción. Las tres listas, que cuentan con 27 diputados de los 69 y tienen equilibrios internos distintos, estudiarán este fin de semana sus opciones.

Las tres candidaturas que permitieron a Podemos convertirse en la primera fuerza en votos en Cataluña y ser la segunda en la Comunidad Valenciana y en Galicia hicieron campaña con la promesa de formar grupo propio en la Cámara baja. Ninguna, al igual que la dirección de Podemos, quiere darse por vencida. Todas mantendrán hasta el final la exigencia de tener una agrupación parlamentaria específica. El plazo vence el próximo martes, y ayer la Mesa del Congreso decidió en su primera reunión conceder a los parlamentarios de las esas alianzas tres días de prórroga para no diluirse directamente en el Grupo Mixto.

Plan b

En los próximos días decidirán su plan b, en el que todos trabajan, para organizar su actividad en las Cortes. Ayer la alcaldesa de Barcelona e impulsora de En Comú Podem, Ada Colau, fue muy clara al recordar que la aspiración a grupo propio en el Congreso fue una de las condiciones para forjar la alianza con Pablo Iglesias. “Desde el primer momento estuvo como una de las condiciones básicas el hecho de que éramos una formación específica de Cataluña, con posición propia, y que tendríamos grupo propio era una de las condiciones primeras para luego forjar las alianzas que pudimos hacer”, recalcó Colau en la cadena Ser. También cree que la concesión del grupo “es una cuestión política, no jurídica”.

La vicepresidenta de la Comunidad Valenciana, Mònica Oltra, de Compromís, se mostró abierta a estudiar “cualquier salida” para que sus representantes en Madrid tengan voz. Tampoco descartan la opción de unirse a los dos diputados de IU-Unidad Popular, Alberto Garzón y Sol Sánchez. Los seis diputados de en Marea, repartidos entre Podemos, Anova, Esquerda Unida y las mareas gallegas, también reclaman como prioridad absoluta el grupo y, con vistas a las elecciones gallegas del próximo otoño, necesitan visibilidad en las Cortes.

Ante la hipótesis, probable si el PSOE no cambia de parecer, de que ninguno consiga formar agrupación propia, Pablo Iglesias busca la fórmula de atraerles para que no se dispersen. Las posibilidades alternativas que se plantearán la semana que viene son, fundamentalmente, tres.

En primer lugar, la que defiende, sin concreción todavía, Podemos.Se trata de una opción “confederal”, según el término que utilizó el miércoles pasado el propio Iglesias tras la sesión constitutiva del Parlamento. Se trataría de tejer una estructura colaborativa entre los distintos equipos para crear un bloque con los 69 diputados logrados el 20-D por Podemos y las otras tres candidaturas. Dentro de ese bloque existiría la posibilidad de crear subgrupos, aun constituidos de manera informal, aunque eso podría acarrear un problema de disciplina de voto. También podría plantearse una fórmula parecida a la de La Izquierda Plural, una agrupación de formaciones en la que en la pasada legislaturas unieron fuerzas Izquierda Unida, Iniciativa per Catalunya, Esquerra Unida y la Chunta Aragonesista. El propio Íñigo Errejón, número dos del partido, ha recordado que Podemos siempre ha mantenido una relación colaborativa con estas alianzas desde que se fraguaron.

Dos grupos

Una de las soluciones de compromiso que baraja la dirección de Podemos es la de formar dos grupos parlamentarios. Es decir, uno con los 42 diputados de Podemos y otro con los 27 escaños de las candidaturas territoriales, donde estarían representadas Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia. Es la misma solución que la formación que lidera Iglesias ha planteado, por ejemplo, para el Senado.

Es la tercera posibilidad la que más incógnitas depara y la que quitaría empuje a Podemos en las Cortes. Si la Mesa del Congreso no concede los cuatro grupos y tampoco se logra constituir un grupo “confederal”, las tres alianzas pactadas por Podemos podrían elegir distintos caminos. Aun así, los diputados de Podemos pedirían sin lugar a duda la adscripción a su partido.

Entre todas las coaliciones, quizá los equilibrios de Compromís-Podemos sean los más complejos. Cuenta con nueve diputados: cuatro de Podemos, cuatro de Compromís y una independiente, la actriz Rosana Pastor.

EN COMÚ PODEM

Los 12 catalanes quieren voz propia

“Pueden dejarnos sin grupo propio jurídicamente, pero no podrán dejarnos sin la voz propia que miles de personas nos dieron el 20 de diciembre”, opinó ayer la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, principal impulsora de En Comú Podem. Los 12 diputados de la coalición, en la que conviven miembros de Barcelona en Comú, ICV, Esquerra Unida y Podemos, han redoblado esta semana la presión por tener grupo propio y guardar su autonomía incluso si la Mesa del Congreso rechaza concedérselo. Los equilibrios entre la formación que lidera Pablo Iglesias y la coalición catalana, que fue la fuerza más votada en esa comunidad el pasado 20 de diciembre, han llevado también al nombramiento de un miembro de En Comú Podem en la Mesa. Se trata de Marcelo Expósito.

COMPROMÍS-PODEMOS

Los valencianos amenazan con el Mixto

Los nueve diputados logrados en la Comunidad Valenciana se dividen entre Compromís, la formación de la vicepresidenta autonómica, Mònica Oltra, y Podemos. Cada fuerza tiene cuatro parlamentarios, y además hay una independiente, la actriz Rosana Pastor, que se considera fichaje de la candidatura. Los diputados de Compromís, que están sujetos a un mandato interno, del pasado noviembre, por el que si no logran grupo propio no se uniría a los de Iglesias. Por tanto, Joan Baldoví explora otras opciones. Entre ellas, la de formar un grupo con Alberto Garzón y Sol Sánchez, los dos representantes de IU-Unidad Popular, o diluirse en el Mixto,donde conviviría con Foro Asturias, Coalición Canarias o Bildu.

EN MAREA

Los gallegos quieren voz ante sus comicios

Los seis diputados que confirman la candidatura pactada en Galicia con Podemos no han trabajado hasta el momento con otra opción que no sea la de tener grupo parlamentario propio. Ante el probable veto de la Mesa del Congreso, comenzarán a estudiar posibles alternativas. En este equipo, donde hay representantes del partido de Pablo Iglesias, Anova, Esquerda Unida y de las Mareas, es prioritaria la visibilidad en la Cámara baja, que ha sido una reivindicación histórica de la izquierda en esa comunidad, y que les es más que nunca necesaria en los próximos meses ante la convocatoria de las elecciones autonómicas previstas para el próximo otoño. En cualquier caso, En Marea aún no ha tomado una decisión en firme sobre su futuro.