La lluvia de estrellas de las Gemínidas tendrá su pico de actividad el domingo próximo y el mejor momento para su observación será durante la madrugada de ese día,cuando un meteoro cruzará el cielo cada dos minutos,según ha informado hoy el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
El astrónomo del IAC Miquel Serra ha dicho a Efe que no será una «tormenta» de estrellas,pero que es posible que sea similar a la lluvia de Gemínidas del pasado año,que fue «espectacular».
Durante la madrugada del domingo la Luna estará en cuarto menguante y no debería ser un problema para observar una buena cantidad de meteoros,algunos de ellos brillantes a pesar de que sus velocidades son menores que las de las estivales Perseidas.
El pasado año,recuerda el IAC,el máximo se esperaba para la madrugada del 14 de diciembre,como en este ocasión,y la «ventana» de observación era de unas dos horas,desde la puesta de la Luna.
Las llamadas estrellas fugaces son pequeñas partículas de polvo de diversos tamaños,algunas menores que granos de arena,que van dejando los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol.
La corriente de partículas resultante (los llamados meteoroides),debido al «deshielo» producido por el calor solar,se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada cada año por La Tierra en su órbita alrededor del Sol,se indica en el comunicado del IAC.
Durante ese encuentro,las partículas de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre,creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros.
El origen de las Gemínidas era un misterio hasta que las sondas solares Stereo (NASA) confirmaron la aparición de una pequeña cola en el asteroide 3200 Phaeton (en su máximo acercamiento al Sol o perihelio),único objeto que se movía en la misma órbita que la nube de meteoroides causantes de las Gemínidas.
A partir de ese momento,a Phaethon 3200 se le conoce como «cometa rocoso»,que es un asteroide que se acerca mucho al Sol posibilitando así que se forme una cola por rotura de la superficie,debido al calentamiento excesivo. EFE