La cooperante noruega de 32 años iba en un avión medicalizado. Formaba parte del grupo de Médicos Sin Fronteras en uno de los países más castigados por el ébola,Sierra Leona,donde han muerto más de 700 personas.
Tras dar positivo en los tests,la mujer noruega inició un largo viaje desde Freetown,la capital de Sierra Leona,hacia Oslo,pero en medio del trayecto el piloto necesitaba repostar. Ni Portugal ni Marruecos le concedieron permiso para aterrizar,y tras varios intentos finalmente lo hizo en el aeropuerto de Gran Canaria.
Se activó el protocolo de alerta sanitaria pero nadie salió del avión,desde la torre de control se lo prohibieron expresamente. El aparato estuvo inmovilizado en una zona alejada durante 40 minutos,repostaron e iniciaron el viaje rumbo a París,donde hicieron escala para dirigirse a Oslo.
Se trata de la primera noruega infectada por ébola.