El acceso a la Playa del Inglés en Valle Gran Rey ha sido víctima de un ataque masivo de farolas macrodimensionales de luz blanca,clavadas cual mercenarios de hierro dispuestos a acabar definitivamente con el único reducto de cielos estrellados que nos quedaba.
Me dirán,que no es cuestión de seguir buscando la cerradura del coche a tientas,a lo que yo contesto,que ni lo uno ni lo otro. ¿Dónde ha quedado el sano juicio?,¿hacía falta poner esa cantidad desproporcionada en número y tamaño de farolas,por muy fotovoltaicas que sean?. ¿No sería más apropiado poner 4 ó 5 puntos de luz AMARILLA (han puesto 14) en un lugar protegido,o sea,lo justo y necesario para moverse sin trompicones y de una manera REALMENTE respetuosa con el entorno y las pardelas?. ¿Qué no se podría hacer más urgente con esos 45.000 euros derrochados en contaminación lumínica?.
Por ejemplo,lo que algunos vecinos de este municipio llevamos años solicitando del Ayuntamiento,sin que nadie nos haga caso: un transporte público municipal,un centro juvenil,apoyo económico para la Escuela de Música,un servicio de limpieza para Guadá y las playas,un parque,una guardería que por fin funcione. Eso,por nombrar lo que me parece más importante.
Es lamentable que los que todavía votamos nos veamos repetidamente defraudados por unos políticos incapaces de pensar en el bien común,que prometen lo que no cumplen y se denominan lo que no son.
Isabel Fernández de la Mora