Las mujeres anglicanas podrán ser obispas. Así lo ha aprobado esta lunes por la tarde el sínodo de la Iglesia Anglicana,reunido en York,en una votación histórica en la que ha dado su respaldo al compromiso alcanzado el año pasado para permitir el acceso de las mujeres al obispado. La aprobación,que no era segura pero se consideraba muy probable,permitirá que en noviembre se convierta en ley a través del Parlamento británico. Con ese calendario,antes de Navidad se podría conocer el nombre de la primera obispa de la Iglesia de Inglaterra,aunque seguramente no alcanzaría plenamente esa condición hasta 2015.
En noviembre de 2012 el sínodo anglicano ya estuvo a punto de dar luz verde a las obispas,pero el compromiso de entonces,ampliamente respaldado tanto por el colegio de los clérigos como por el colegio de los obispos,se quedó a un puñado de votos de los dos tercios votos favorables requeridos también en el colegio de los laicos que completa el sínodo. Esta vez,en el colegio de laicos 152 votaron a favor,45 en contra y cinco se abstuvieron,un 77% de votos favorables que superó ampliamente los dos tercios requeridos.
Aquel tropiezo hizo pensar que la cuestión del obispado femenino quedaría atascada de nuevo durante años. Pero,bajo el empuje del nuevo arzobispo de Canterbury,Justin Welby,se alcanzó un nuevo compromiso en noviembre del año pasado.
Los sectores más conservadores del anglicanismo,y en particular los anglo-católicos del grupo Forward in Faith,se dieron por satisfechos con la creación de la figura de un ombudsman que pueda intervenir en el caso de que una parroquia conservadora considere que no se encuentra lo bastante protegida de la autoridad de una mujer obispa.
Aunque el objetivo es que obispos y obispas gocen de la misma consideración y categoría,la corriente mayoritaria acepta que los sectores más conservadores han de tener a su alcance la manera de evitar tener que responder a la autoridad de una mujer obispa.
Aunque bastaba con que esta vez votaran a favor seis de los 74 miembros del colegio de laicos que en 2012 votaron en contra,la semana pasada había dudas sobre si los votos a favor en ese colegio llegarían hasta los dos tercios exigidos. Incluso se especuló con la posibilidad de que,si la propuesta era rechazada,la Iglesia de Inglaterra se plantearía la medida de presentar en la Cámara de los Lores una propuesta para forzar la aprobación por ley del obispado femenino. Una alternativa muy radical llamada seguramente a dividir profundamente a los anglicanos y a la que finalmente no ha hecho falta recurrir.