La Consejería Insular de Cultura del Cabildo de La Gomera convocó el concurso de relatos hiperbreves Ruiz de Padrón dentro de los actos organizados con motivo del Día del Libro 2014. El ganador por unanimidad ha sido el relato cuyo autor es Carmelo Hernández González,dotado con 300 euros,mientras que en segundo lugar quedó Lourdes Armas López con 200 euros. El jurado estuvo compuesto por la consejera insular de Educación y Cultura,Nieves González Cámpora,la escritora Montserrat Cano Guitarte y el actor,escritor y guionista,Daniel Maria. Todos ellos valoraron los 15 trabajos presentados a esta III Edición. En concreto el trabajo ganador tiene el siguiente texto:

“… Se encuentran un grupo de islitas,son siete estrellas bonitas que el mar Atlántico baña…” ¿ Me dice usted que ésa es la frase que su abuelo repetía hasta el final de sus días?
Si,constantemente. La única que mi madre recuerda desde que lo conoció.
¡Sorprendente!…¿ Nunca supo por qué lo decía?.
No,nunca. Al principio mi abuela se interesó del por qué,luego se convirtió en algo tabú no sólo en su vida,también en su casa.
¿ Y viene a buscar respuestas aquí?
Si. Entre sus papeles he encontrado esta foto. Como puede apreciar es la imagen de una bella mujer,y en su reverso aparece un nombre escrito y esta dirección.
María Dolores Arteaga Chinea,calle Real,número 105,San Sebastián de la Gomera. Si,ésta es la dirección y ese es el nombre de mi madre. Pero,lamentablemente murió hace años ya,incluso años antes de fallecer,no sabía ni quien era.
¿Nunca escuchó el nombre de mi abuelo? ¿ Nunca habló de algún amigo que tuviera en su infancia y que tuvo que partir de su hogar y de su lado?.
No señorita,lamento no poderla ayudar. Mi madre nunca habló de nadie que se llamara Joaquín Chávez Gutiérrez. Ni ella,ni mi padre tampoco.
¿Alguna carta ? ¿ Algún documento ?¿ Algo que nunca supo de su procedencia?…
No señorita. Lo lamento,no puedo ayudarla.
Bueno. Lo tenía que intentar. Muchas gracias por su tiempo y perdone las molestias.
No hay de qué. Y suerte en su búsqueda.- Virándose la extraña joven,Marcial le pregunta en voz alta.- ¿ Y ahora por qué y para qué su búsqueda?
La mujer se vira hacia él y le contesta.- Quería saber quien era esa mujer de la que mi abuelo nunca pudo olvidarse.- Girándose,se marchó lentamente,cabizbaja y con lágrimas secas en sus ojos.
Cerré la puerta y con lágrimas en mis ojos recité: “…Y en ella se encuentra el sol que alumbra mis días”. La única frase que mi madre,a pesar de su Alzheimer,recordaba todos los días de su vida.