El palmeral de Valle Gran Rey ha sufrido en el 2012 uno de los incendios más devastadores. El fuego actúa sobre la palmera canaria calcinando sus hojas o pencas pero no afectando profundamente a su tronco gracias a su gruesa corteza protectora. La propagación del fuego entre ellas es rápido porque se produce por la hojas. La imagen que queda de la palmera,que ha sufrido un incendio,es triste y gris y por desgracia estamos acostumbrados a verla más de la cuenta. Un tronco ennegrecido y pirgüanes o restos de las hojas quemadas.
Lo impresionante de esta especie es su capacidad a recuperarse. Un año después el gris se va tornando en verde y en pocos años la palmera vuelve a lucir todo su esplendor aunque mantiene el color negro de su tronco.
Lo que están haciendo los podadores de palmeras a través de Gesplan,encomendado por el Gobierno de Canarias,es limpiar todo lo seco y quemado para que la palmera luzca,mejorando el paisaje del palmeral y por ende de Valle Gran Rey.
Han salido comentarios en prensa acusando a esta empresa de que no se están tomando las medidas para proteger las palmeras en el proceso de limpieza,y no es cierto.
La palmera cuando se limpia se hace mediante un corvellón o cuchilla,que previamente es desinfectado con lejía. El podador cada vez que se baja de una palmera y se sube a la siguiente rocía con un spray de lejía las herramientas de corte y los llamados trepolines (ganchos que van atados a las piernas para poder accender por el tronco de la palmera). Estos trepolines tienen un gancho cada uno de 5 centímetros de largo,y cuando se agarran al tronco de la palmera lo hacen de manera oblicua,lo que hace que no perforen nunca la corteza protectora,que como se ha dicho,es capaz de resistir el fuego,ya que esa capa protectora tiene más de 10 centímetros.
Hay que recordar que antaño,para subir a las palmeras,se les practicaban pequeños escaños o escalones abiertos para poder apoyar los pies. En otras ocasiones,se les clavaban trozos de vigas de hierro,de más de 30 centímetros para poder asirse por ellas. Un palmera de 10 metros podía tener 15 trozos de hierro oxidados,clavados 15 centímetros hacia el interior del tronco,y estos si le llega al sistema vascular de la palmera.
Gesplan ha luchado contra el picudo rojo,contra la diocalandra y contra otras enfermedades de las palmeras. La sensibilidad y el conocimiento de sus técnicos y de las personas que hacen el trabajo de podadores,que han tenido que superar los cursos de rigor,garantizan que se hacen con todas las medidas fitosanitarias.
Juan Carlos Moreno Moreno