Ayer leí el artículo de opinión escrito por Erasmo Chinea,y debo decir que no sólo lo comparto,además creo que ha descrito a la perfección quién es Rosa Pérez. Es indignante,y denigrante para ella,ver cómo una profesora que ha dedicado más de tres décadas a la docencia en un lugar determinado y sobre una misma materia,tenga que irse por la puerta de atrás y sin la capacidad propia de despedirse cuándo y cómo quiera.
Pero no sólo es indignante,también es paradójico. Hagamos memoria… El 21 de mayo de este año,Mariano Rajoy defendió la reforma de la LOMCE como una nueva ley para crear una educación basada en “la calidad,el mérito y el esfuerzo”. Quédense con la penúltima palabra: mérito. Esta palabra ha sido más que trillada una y otra vez por el ministro Wert en estos días,en los que la fatídica ley se ha terminado aprobando. Como vemos,en la teoría legislativa,en la teoría de nuestros políticos,la educación debe estar basada en el mérito. Si el mérito es sustancia importante y principio que mueve y promueve a las leyes para regir el sistema docente en este país,¿alguien me explica cómo se ha tenido en cuenta el mérito de una profesora de la talla de Rosa Pérez? Pues directamente,debo decir que no se lo han tenido en cuenta. No le han tenido en cuenta que cargue a sus espaldas más de tres décadas de docencia y de formación a jóvenes (y no tan jóvenes) profesores,historiadores,arquitectos,electricistas,fontaneros,periodistas,abogados,empresarios y demás personas que vagan por el mundo. Gomeros que tenemos la “marca Rosa”.
Una marca que lleva registrado el máximo sello de calidad en todas aquellas personas que han pasado por las manos de esta excelente y magnífica docente que con su espíritu crítico les ha enseñado,nos ha enseñado,a ser exigentes con nosotros mismos cuando sabemos que podemos dar más,a no rendirnos nunca y a pelear hasta el final. Una marca que no entra en crisis,más que nada porque está compuesta de valores y principios que jamás quebrarán por muy mal que nos vayan las cosas. Quizás,los propios valores y principios que han motivado esa iniciativa popular frente a la Consejería de Educación,y en concreto frente a la Dirección General de Personal.
Más de 350 personas creen en la “marca Rosa”. No sólo creen en el mérito,del que tanto hablan nuestros políticos y tanto carecen algunos,que tiene Rosa Pérez Correa. Además,creen que no es justo que haciendo una comparación equitativa,se pretenda jubilar a la fuerza a una persona con más de un cuarto de siglo en la docencia por haber presentado una documentación con un retraso de escasos días. Quizás algunos estamos errados,o somos soñadores utópicos. Pero yo considero objetivo y racional,que el Director General de Personal de la Consejería de Educación se pare a meditar sobre si realmente buscan una educación basada en la meritocracia o en la burocracia.
Planteado el problema y la alternativa de que se reconsidere la aceptación de la prórroga,quisiera no olvidarme de agradecer a todas y cada una de aquellas personas que,como yo mismo,han firmado esa iniciativa. Si bien es cierto también que no puedo callarme la falta de empatía de algunas figuras “ilustres” del I.E.S. San Sebastián de la Gomera. Figuras que quedan en el recuerdo de muchos,para mi suerte personal en mi recuerdo pasado,como ”luchadores reivindicativos de conquistas sociales” para unos,”adoctrinadores políticos” según otros,y grandes ególatras para el que les escribe. Lamento mucho,que quienes han predicado durante años y años con el sindicalismo,la lucha de clases y la cooperación entre trabajadores,aprovechen ahora que su compañera Rosa se encuentra en esta situación,para desaparecer de la escena. A quien se de por aludido con esto,sólo decirle… que la ideología existe para ser aplicada,no ilustrada en los periódicos locales criticando a nuestros políticos y enzarzándose en disputas sin alternativas.
El compañerismo,el sindicalismo y el obrerismo se llevan todos juntos en la praxis,no de boquilla.
*Aarón Rodríguez es estudiante de Periodismo y Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos