El pleno del Ayuntamiento del municipio gomero de Valle Gran Rey ha acordado revocar la anterior tramitación del Plan General de Ordenación (PGO) e iniciar una nueva que incluya una fase inicial de avance,según un anuncio publicado hoy en el Boletín Oficial de Canarias.
Por consiguiente,se produce el archivo del expediente y se dejan sin efecto los acuerdos adoptados en 2005,2007 y 2010 por los plenos de la corporación local.
En declaraciones a Efe,el alcalde de Valle Gran Rey,Miguel Ángel Hernández,justifica la medida en que ha cambiado el contexto socioeconómico y se ha pasado del hormigón como solución al «y ahora qué».
«Ha habido cambios legislativos profundos que la planificación municipal debe recoger. Hemos valorado las distintas alternativas y hemos razonado que se necesitaba reformular completamente el planeamiento que se proponía»,indica.
Por ello,se inicia el procedimiento del PGO de Valle Gran Rey hasta adaptarlo a valores de desarrollo «más racionales y pausados»,y acordes con la dinámica natural de la población,así como la realización de un modelo urbanístico «realmente» sostenible y en consonancia con el entorno.
«Hemos entendido que esto conlleva revocar la anterior tramitación y vemos conveniente tramitar un nuevo plan general con un nuevo expediente debido a que queremos desvincularnos de unas formas de realizar el plan y de unos objetivos que no responden a un interés general»,señala.
El concejal de Urbanismo,Guzmán Correa,considera interesante comenzar desde el principio porque «nos interesa la figura del avance como documento en el que exponer a la opinión pública las diferentes alternativas de desarrollo municipal que se pueden dar».
«Las anteriores propuestas en ningún momento propiciaron la participación ciudadana,hurtándose a la ciudadanía el derecho de ser protagonistas del futuro del municipio»,afirma.
Correa alude a deficiencias como que la población prevista se estimaba entre los 6.000 y 8.000 habitantes para 2020,lo que supone que el número de habitantes se multiplicaría por 1,5 veces,mientras que,según a los datos de los dos últimos padrones,la población total ha sufrido una merma de 91 personas.
Además,la ocupación turística que se proponía atendiendo a las directrices del PIOG (1.800 plazas turísticas) provocaría un incremento de requerimientos de infraestructuras y comprometería el logro de objetivos tendentes a garantizar un futuro sostenible,ya que se necesitaría un incremento estimado de empleo de 720 personas.
A su vez,se proponía un modelo desarrollista que,a su juicio,agravaría los problemas y afecciones ambientales que sufre el municipio,y provocaría importantes disfunciones ecológicas,económicas y sociales.
«Las propuestas de urbanización no conforman un modelo de crecimiento sostenible,pues el modelo de ocupación apostaba por el transporte privado e incrementar los impactos de este tipo de sistema,especialmente las emisiones de gases de efecto invernadero,según la propuesta de consumo de suelo para las infraestructuras viarias previstas»,concluye.