La Inspección de Trabajo ha comenzado a entrar en domicilios particulares en Canarias para poner fin a pequeños negocios irregulares que operan sin estar dados de alta. Estas entradas,que hasta ahora no se realizaban,se ejecutan con órdenes judiciales y en colaboración con la policía. Se han destapado guarderías y peluquerías,entre otros negocios.
Esa es la filosofía de la Inspección del Trabajo y la Seguridad Social que,en un contexto de menos recursos públicos,intensifica y adapta sus actuaciones a las nuevas realidades para hacer aflorar el dinero negro procedente de la economía sumergida y que amenaza el mantenimiento del sistema.
En este contexto,durante este año la Inspección de Trabajo ha empezado a entrar en domicilios particulares del Archipiélago,de forma sorpresiva con órdenes judiciales y acompañados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad,que también deben contar con autorización previa. Hasta la fecha se han llevado a cabo en torno a 20 actuaciones,con unos resultados prácticamente del cien por cien de economía irregular detectada. Entre otros negocios que han sido destapados en viviendas particulares de las Islas se han encontrado peluquerías,teleoperadores e incluso guarderías,entre otras,según explicó ayer el director territorial de la Inspección del Trabajo y la Seguridad Social,Francisco Guindín.