El municipio de Agulo se prepara ya para celebrar el próximo 24 de abril una de sus más emblemáticas tradiciones. Ese día,víspera de San Marcos Evangelista,patrón de la localidad,el fuego será protagonista con el encendido de las hogueras que en su honor se prenderán en la principal calle del municipio y la que participan vecinos de la localidad y de centenares de visitantes que se acercan a este lugar para disfrutar de una de las tradiciones vivas más antiguas de La Gomera.
El alcalde del municipio,Néstor López apunta que “el proceso de recolección controlada de la leña,la puesta a punto de los efectivos de encendido y apagado del fuego,la elaboración meticulosa de cada una de la hogueras,la distribución del tráfico y regulación de los aparcamientos en un municipio que no dispone de demasiado espacio para alcanzar el volumen de coches que se concentran durante esa tarde noche,y otros condicionantes,obligan a la Corporación a un sobreesfuerzo que sin lugar a dudas –añade—se ve compensado con la participación masiva de vecinos y visitantes”.
Las Hogueras de San Marcos de Agulo,tienen su principal razón de ser en las promesas anuales que realizaban y realizan los oriundos de esta localidad a su Santo Patrón y que consistía en la ofrenda de una ‘carga de sabina’ que es colocada en las inmediaciones de la Iglesia parroquial de forma correlativa ante la presencia de la imagen del Santo,que es portado al compás de las tradicionales chácaras y tambores mientras se le dedican romances alusivos a su presencia.
Ningún vecino que sienta Agulo como parte íntima de su vida deja pasar la oportunidad de asistir al evento y participar de la fiesta. El bullicio organizativo se siente en el aire desde una semana antes de que comiencen los actos de forma oficial. Todos,incluso los hijos del pueblo que se encuentran fuera,acudirán deseosos –al menos por una noche—al reencuentro de las vivencias y recuerdos de antaño.
Hasta para los más pequeños se construyen con afecto de lustros diminutas hogueras,para que nadie resulte exiliado del jolgorio. Los niños saltarán sobre ellas igual que hacen los adultos,imitando y aguantando espabilados durante gran parte de la noche.

Días antes las cuadrillas municipales encargadas de recolectar la sabina –madera utilizada tradicionalmente para las hogueras—parten hacia los montes en busca de la preciada rama. Los recolectores comienzan la fiesta temprana. No es un trabajo pesado porque la noche del día siguiente con su música y su danza compensará lo minucioso y lento del trabajo. La mejores ramas de sabina crepitarán bajo la mano sabia del recolector,él sabrá cuál está lo suficientemente seca como arder brillantemente la noche de su patrón. El aroma de la madera –penetrante y dulzón—le hace recordar todos los años que se ha subido al monte en busca del preciado don. Se prepara una gran noche.

Las cargas de leña –que antaño y también hoy cada uno en su intimidad y posibilidad las ve a modo de promesa—esperan pacientemente. Las grandes,que arderán bajo los saltos certeros y valientes de los adultos,son las primeras en colocarse. Cuando todas están dispuestas,comienzan a disponerse las más bajitas,para los niños.
Para quien jamás haya presenciado el salto de las hogueras,la primera vez no puede dejar de arrancarle más de un grito de asombro. La sabina arde furiosa bajo el fuego de la ofrenda. El aire se impregna rápidamente de su aroma. Los saltadores vencen cualquier reserva y animados por la música y el ambiente comienzan su espectacular demostración. Hombres y mujeres curtidos comienzan el baile frenético sobre las piras incendiadas. Es una muestra de gallardía y devoción que difícilmente puede dejar de admirarse con una mezcla de escalofríos y tensión.
Hay un momento en el que la música se mezcla íntimamente con el olor a leña quemada,el crepitar de las hogueras,el hipnotizador efecto del fuego. Hay un momento de rapto entre lo místico y lo pagano. Hay que bailar y beber pero no se puede dejar de saludar a San Marcos que,complaciente,observa cómo los fieles le rinden culto.
San Marcos Evangelista,cuya imagen acompaña a los habitantes de Agulo desde 1632,permanecerá toda la noche despierto,disfrutando del colorista espectáculo. Se dará la salida y se saltará una a una las hogueras del Patrón.
Los espectadores lanzarán gritos de ánimo y asombro. El Tajaraste,el Baile del Tambor,seguirán en compañía del pueblo. ¡Sale para fuera San Marcos para que veas las hogueras!,dice el pie de romance.