El presidente de Estados Unidos,Barack Obama,y su esposa,Michelle,llegaron hoy a la «zona cero» de Nueva York junto al expresidente George W. Bush y su mujer,Laura,para conmemorar el décimo aniversario de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
El coro juvenil de Brooklyn ha dado comienzo con su interpretación del himno estadounidense a la ceremonia del décimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
Tras una breve presentación del alcalde de Nueva York,Michael Bloomberg,y al tañido de una campana,se ha guardado el primer minuto de silencio a las 8.46 (14.46 en España),el momento en el que el vuelo 11 de American Airlines con 92 personas a bordo -incluidos los cinco secuestradores- se estrelló contra la torre norte del World Trade Center.
A continuación,el presidente de Estados Unidos,Barack Obama,ha tomado la palabra para leer el salmo 46 de la Biblia: «Dios es nuestro amparo y fortaleza,nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto,no temeremos,aunque la tierra sea removida,y se traspasen los montes al corazón del mar».
En su segunda aparición,Bloomberg ha dado comienzo,con una cita de Shakespeare -«No midamos nuestra tristeza por su valor,porque entonces será interminable»,de la obra Macbeth- a la lectura de los nombres de las casi 3.000 víctimas de los atentados,algunos de ellos pronunciados por sus propios familiares,acompañados por la música de un violonchelo.
El nombramiento de las víctimas ha sido interrumpido brevemente por el segundo minuto de silencio para recordar a los 51 civiles y nueve tripulantes -sin contar a otros cinco secuestradores- del vuelo 175 de United Airlines,que se estrelló contra la torre sur a las 09.01 de la mañana (15.01) en España.
A continuación,el expresidente George W. Bush ha tomado la palabra con la lectura de la conocida carta dirigida en 1864 por el presidente Abraham Lincoln a Lydia Bixby,quien perdió a cinco hijos durante la Guerra Civil estadounidense.
«Pido que nuestro Padre Celestial alivie la angustia de su dolor,y que solo conserve el apreciado recuerdo de sus amados y perdidos,y el solemne orgullo que supone haber realizado un sacrificio tan costoso ante el altar de la libertad»,reza parte de la misiva.