Rara vez suele defraudar una final en la que Messi entra en juego. Mágico,rápido,imprevisible y efectivo. Un puñado de adjetivos para calificar un partido en el que tampoco tuvo que dar más de dos o tres 'puntadas',tras dos envites sobrenaturales ante el Real Madrid. Suficiente para darle a su equipo el segundo título de la temporada.
Pep recurrió a Abidal y Mascherano como plan B en el eje central defensivo y apostó por el músculo de Keita sobre el equilibrio. Tocaba correr y buscar el factor sorpresa desde la segunda línea con la delantera estrella,pero el Oporto impediría la fluidez al apostar por la presión y el orden por bandera. Clave de 'Mou' para parar a este equipo.
Los primeros minutos fueron portugueses y Hulk,poderoso y generoso,el primer problema para los culés. El ariete inquietó desde el arranque y comenzó a generar peligro,pero sus disparos no encontraron portería. De hecho fue Moutinho el que complicó sobremanera las cosas,con un disparo cruzado sobre Valdés que el meta azulgrana despejó con la punta de los dedos. Todo ante el sopor de un equipo que salió a escaso ritmo.
Pero las cosas mejoraron con el rodar del balón. El Barça edificó su triunfo con paciencia y trató de esperar o espabilar a Messi. Sólo Pedro había avisado en los primeros compases con un intento de vaselina sobre Helton y superada la primera media hora llegó el primer disparo entre los tres palos,obra de Xavi.
Había ritmo,pero sin tensión ni genio. Entonces apareció la fortuna en el 39,con un pase atrás de Guarín desastroso sobre un Messi 'palomero',que controló,recortó a Helton de forma descomunal y envolvió el regalo con la pierna izquierda. Suficiente para secar el culebreo del Oporto y para encarar el túnel de vestuarios.
Detalles de Messi
No hubo cambios y calmó algo al Oporto en la reanudación,pero la tregua se cortó de raíz con un disparo envenenado y lejano de Guarín y otro más cercano y malicioso de Moutinho. A los dos llegó Valdés,sereno y en alerta,para salvar a su equipo.
Los dos avisos preocuparon a Guardiola,que decidió sentar a Villa por Alexis para buscar más trabajo en la banda derecha,la más aprovechada por los hombres de Vitor Pereira,y puso en circulación a Busquets por Adriano.
Siguieron los nervios y las imprecisiones según avanzaban los minutos,Pedro perdonaba otra vez a Helton y el Barça no daba con la tecla. Por suerte había desparecido Hulk,el más activo en la primera mitad,y el árbitro no vio un penalti claro de Abidal sobre Guarín,que podría haber mandado el partido a la prórroga y que le costó la amarilla al jugador del Oporto.
Y volvió a aparecer Messi para poner punto y final al suspense,inventarse un pase de ensueño por encima de la defensa para que Fábregas controlara con el pecho y golpeara a la escuadra. Muy de videojuego.
El partido se descontroló,el Oporto se quedó con nueve (Rolando y Guarín fueron expulsados) y el fútbol dio paso al éxtasis del equipo campeón. Tres temporadas inigualables para Pep y los suyos,especialmente para Cesc,que en dos semanas ha sumado dos títulos —los mismos que en todas su carrera en el Arsenal—.
Ficha técnica:
2 – Barcelona: Valdés; Alves,Mascherano,Abidal,Adriano (min.63); Sergio Busquets,Xavi,Iniesta; Pedro (Cesc,min.80),Villa (Alexis,min.61) y Messi.
0 – Oporto: Helton; Sapunara,Rolando,Otamendi,Fucile; Souza (Fernando,min.77),Guarín,Moutinho; Hulk,Cristian Rodríguez (Varela,min.69) y Kleber (Belluschi,min.77).
Goles: 1-0: Messi,min.39. 2-0: Cesc,min.88.
Árbitro: Björn Nijhuis (HOL). Mostró tarjeta amarilla a Cristian Rodríguez (min.30),Iniesta (min.51) y Guarín (min.82) y expulsó por doble amonestación a Rolando (min.65 y min.86) y por roja directa a Guarín (min.90).
Incidencias: Final de la Supercopa de Europa disputada en el estadio Luis II del Principado de Mónaco ante unos 18.000 espectadores,la mayoría de ellos aficionados de ambos equipos.