El juez de la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ratificó la condena del jurado popular e hizo pública la sentencia el día 2 del presente mes. Además de los 19 años de prisión,el magistrado condena a Salvador Morales a indemnizar con 110.000 euros a los padres de Isabel Canino y con 70.000 a su hermana Eladia.

El jurado popular consideró probado que Morales mató a Canino con una brida y escondió su cuerpo en una fosa séptica hallada en una vivienda,que es propiedad de este tinerfeño y está ubicada en el Camino de La Hornera,dentro del término municipal de La Laguna,hechos que para el juez son constitutivos de un delito de asesinato.

Sin embargo,el nuevo defensor de Morales alega que la sentencia no aporta ninguna prueba para acusar de ese asesinato a su cliente y apunta que,a pesar de que el juez rechazó que la acusación por maltrato se dirimiese en el mismo proceso,todo el juicio giró en torno al mismo,hasta concluir que el hombre acabó con la vida de la que era su compañera de trabajo,sin aportar datos concretos que puedan imputar el crimen a su cliente.

En el juicio no quedaron aclarados los pormenores de la muerte de Isabel Canino. Una de las grandes incógnitas se refiere a que la conductora de Titsa no se defendió,algo incomprensible si,como precisa la autopsia,“falleció por asfixia de brida en el cuello”,a no ser que por alguna razón estuviera inconsciente,como determinan los expertos que han estudiado las conclusiones forenses.

Esta misma razón explicaría que la brida del cuello no pillara ningún cabello de Isabel,que tenía el pelo largo. Sin embargo,en el juicio se pasó de puntillas por esta cuestión,que sigue sin respuesta.

Al haberse tratado de un juicio con jurado,permite recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC),que,si lo admite,tendrá que celebrar nueva vista,aunque en Las Palmas,sede del alto tribunal.

La nueva defensa de Morales no descarta llegar hasta el Tribunal Supremo si hiciera falta para defender los intereses de su nuevo cliente.

El acusado está descontento con el desarrollo del juicio celebrado el pasado mes y ha elegido a otro letrado para que le defienda a partir de ahora. Morales se reafirma en que él no mató a su compañera de trabajo,pero sí mantiene que escondió el cadáver cuando la encontró muerta en su casa.

A este respecto cabe recordar que el anterior defensor,Jesús Arencibia,expuso su argumentación ante el jurado casi en horario nocturno y tras soportar los presentes casi cinco horas de alegatos de las acusaciones.
El abogado Plácido Peña,conocido por el caso Aitana,recalca que el juicio recién celebrado “terminó sin poner al descubierto ni una sola prueba que pudiera culpar a Salvador como el asesino de Isabel”.

Peña formalizó,el pasado viernes,la solicitud del recurso de su cliente,en el que también rebate que no se ajusta a derecho incrementar la condena “aludiendo al grado de parentesco entre Salvador e Isabel,teniendo en cuenta que ella había iniciado,varios meses antes,una relación con otro hombre,llamado José Alberto [Berto,rival también de Salvador en el sindicato],tal y como precisa la sentencia”,matizó el abogado.

En opinión de este letrado,“incrementar los años de prisión por este grado de parentesco es muy discutible”.
Otro de los puntos del recurso precisa que se debe revisar la indemnización económica fijada en la sentencia,puesto que la ley solo la contempla para padres o hermanos,pero no para los dos.