El balance que el presidente del Cabildo de La Gomera,Casimiro Curbelo Curbelo,realizó hoy ante los medios de comunicación sobre las consecuencias de las lluvias que ha sufrido la isla durante los últimos días no ha sido del todo negativo. El presidente resalta que las precipitaciones han servido para que las balsas del sur se hayan llenado hasta la mitad de su capacidad,mientras que en el norte el saldo no es igual de favorable ya que al no registrarse grandes caudales,las presas se mantienen en alrededor de un 15%. De esta manera,los efectos de la borrasca sirven para ir disipando la amenaza de una sequía que en parte pendía sobre la isla y de hecho,el presidente espera que en las próximas fechas continúen las lluvias aunque sea de forma más moderada. Según informó el presidente a las ocho de la mañana de hoy martes la presa de Chejelipe,una de las mayores de la Isla,en San Sebastián se encontraba al 50% de su capacidad que suma los 750.000 metros cúbicos. Pero en la cuenca de San Sebastián las balsas de Izcagüe y la de Palacios están 100%. En Alajeró,otro de los municipios del sur donde se registraron más precipitaciones,la de Cardones está al 60%,las dos privadas de Antoncojo permanecen llenas del todo,la de Cabecitas está al 70% y la de China se encuentra a rebosar. La Gomera tiene una capacidad de almacenaje de agua que suma los cinco millones de metros cúbicos,de los que aún faltaría mucho por completar pese a la intensidad de las lluvias registradas. Y ello es así en cuanto que las balsas de mayor capacidad se sitúan en el norte donde las precipitaciones han sido “pobres”,según el presidente. En cuanto a barrancos,el de Concepción se colmató pero se estaba limpiando en la mañana de hoy. Con respecto a los acuíferos se da por hecho que se estarán recargando. “Hay que tener en cuenta que acaba de empezar el invierno y esperamos que los recursos hidráulicos se repongan en su totalidad”,dijo el presidente.
El Cabildo hasta el mediodía de hoy mantenía la prealerta por lluvias al comprobar que la situación meteorológica había mejorado de forma notable. No obstante el operativo para la limpieza de carreteras sigue activo desde las cuatro de la mañana del lunes y al mediodía del martes ocupaba a 52 personas,de las que 21 operaban en San Sebastián,12 entre Chipude y Alajeró,8 entre Hermigua y Agulo,8 en la carretera dorsal y otros tres encargados,todos ellos coordinados con Gesplan. “Vamos a seguir trabajando por mejorar las condiciones de los ciudadanos y restituir los daños que se vayan produciendo como hemos hecho hasta ahora. Insisto en que el operativo no se va a suprimir”,dijo el presidente. En estos momentos se encuentran trabajando seis máquinas y vehículos especializados en la limpieza de las vías y cunetas. “Creo que estamos hablando de un dispositivo muy amplio para una Isla con las dimensiones de La Gomera . A estas medidas se suman los medios de cada ayuntamiento”,resaltó Curbelo.
El problema más importante que se ha registrado son los desprendimientos debido a la complicada orografía de La Gomera. Así a las cuatro de la mañana de hoy martes se produjo un corte en los dos carriles de la la carretera GM-1 que une San Sebastián con Vallehermoso al registrarse desprendimientos en el túnel de Agulo que se retiraron de forma casi inmediata. Sin embargo,poco después se repitió la caída de piedras sobre la misma vía por lo que fue necesario volver a intervenir. Desde la institución insular no se descarta que los desprendimientos se sigan repitiendo a lo largo de los próximos días. A mediodía de ayer ya sólo permanecía cortada la carretera de El Rejo sobre la que se estaban en aquel momento actuando para abrirla al tráfico lo antes posible. En cuanto a las conexiones,el aeropuerto permaneció inactivo el lunes y el martes se han registrado retrasos de cierta importancia en el primer vuelo con Tenerife,básicamente porque los problemas se localizan en Los Rodeos. El tráfico marítimo,sin embargo,no ha experimentado dificultad alguna durante estos dos días. En definitiva,Curbelo resaltó ante los medios de comunicación que la incidencia de la lluvia había sido muy limitada en el norte y más copiosa en el sur.