GOMERANOTICIAS.- El apagón eléctrico con consecuencias de ‘cero energético’ está dejando en cada rincón de La Gomera situaciones humanamente insostenibles con consecuencias que incluyen riesgos sanitarios, que afectan de manera especial a vecinas y vecinos de avanzada edad que por sus situaciones personales viven solos y en muchos casos con necesidades de cuidados por sus dependencias.

A todo esto hay que añadir los graves perjuicios económicos que en menos de 48 horas nadie se atreve aún a cuantificar. Daños a las medianas y pequeñas empresas y también a muchísimas familias que ven con desconsuelo como tienen que ir vaciando a medida que transcurren las horas sus neveras y congeladores de productos, que ya empiezan a percibir las consecuencias del corte de suministro y acaban tristemente en los contenedores de basura.

Independientemente de las justificaciones o críticas técnicas o políticas que se puedan estar dando y que en los próximos días se darán, lo cierto es que en casa no hay luz y en algunos casos tampoco agua. Esa si es la realidad y también el padecimiento.

Se hacen llamamientos para que aquellos que tienen o han tenido la suerte de contar con energía eléctrica producida por un generador ahorren una cosa y la otra –agua y luz– pero puede ser incomprensible, que a las 10 de la noche del pasado domingo el Parque de la Torre del Conde –por ejemplo– tenía hasta luces de colores o el pabellón de deportes alumbraba como nunca sus luminarias ante la oscuridad de los edificios colindantes. Por una cuestión de coherencia esos detalles deben cuidarse con esmero, ya que sinceramente cabrean a los que se alumbran con una vela sin remedio.

Pero estas situaciones pueden parecer insignificantes ante el drama de muchas familias.

¿Qué hay de aquellos que tienen necesidad de un respirador en su domicilio y no pueden usarlo y que hoy –esta misma noche– buscan alternativas en algún rincón público o privado que tenga energía para poder descansar? O lo de unos viejitos –uno de ellos dependiente– de un alejado caserío de La Gomera, que sin teléfono fijo, sin conexión, sin luz, sin televisión, sin una ventita cerca para comprar lo más necesario lo están pasando mal y mantienen en vilo a su familia, que por razones de trabajo no pueden estar con ellos. Nos emociona escribir estas líneas al recordar la ansiedad y el llanto a lágrima viva de una hija mientras nos lo contaba esta misma mañana. ¿Qué puedo hacer? Nos decía. Triste respuesta la nuestra, ninguna.

Estos ejemplos están por encima de muchos de los padecimientos que podemos estar sufriendo aquellos, que no tenemos cobertura, o que no pudimos ducharnos hoy y no sabemos si mañana, o por no poder encender la televisión. O incluso el niño, que por primera vez con sus cuatro o cinco años no puede jugar a la maquinita y no entiende la razón por la que no funciona.

Ejemplos gráficos, que en estas más de 40 horas hemos estado viendo también son las colas en las gasolineras o las filas de personas en la terminal del Puerto para cargar sus teléfonos móviles, o la oficina del banco cerrada por no tener conexión…o muchos vehículos de visitantes en las rampas portuarias que habían elegido La Gomera para unos días de vacaciones y han tenido que marcharse. Ejemplos lamentables de una sociedad supuestamente desarrollada.

Luego también están los bulos y aquellos que presionan para que eso sea noticia. Esta misma mañana recibíamos una llamada de alguien que ‘amenazaba’ a este periódico digital con incorporarnos a no sabemos que lista, si no publicábamos sur razonamiento sobre el origen del incidente de Endesa. Nuestra respuesta fue que nos remitiera su DNI y sin problema con su nombre publicábamos su opinión, pero todavía estamos esperando. En estos momentos independientemente del malestar, la incomodidad, los nervios e incluso la indignación, lo que hace falta es mantener la serenidad y evitar mensajes interesados de unos y otros.

Señoras y señores aquí en esta pequeña isla hay un grave problema. Pedimos la máxima claridad informativa hacia la ciudadanía. Que los técnicos de Endesa o mejor dicho Red Eléctrica y sus coaligados expliquen realmente el alcance de una situación que está parcheándose con generadores. Es necesario conocer si la Central del Palmar –que entró a funcionar con un primer grupo de 1,6 MW en el año 1986– estará operativa esta semana o dentro de unos meses o ya no estará allí. Que se sepa con conocimiento de causa si se está en condiciones de asegurar el suministro alimenticio de los consumidores de toda una isla. Si la cantidad de combustible almacenado en La Gomera es el adecuado o puede haber escasez. Es preciso tener conocimiento  y tener previsto lo que nos espera, entonces probablemente todo será más llevadero y más comprendido por todas y por todos.

Por encima de todo lo comentado si existe una situación: este apagón es injusto, inmerecido e inhumano. Tan inhumano que nos viene de nuevo a la mente el señor que nos preguntaba esta mañana si había algo habilitado para poder conectar su respirador domiciliario para poder dormir cuarenta y tantas horas después del comienzo de esta pesadilla…