Los retrasos en los aeropuertos son prácticamente pan de cada día. Pueden ser unos minutos o incluso algunas horas, pero lo cierto es que entre huelgas, mal tiempo y demás, son muchas las causas que pueden hacer que tu vuelo se retrase y debas pasar más tiempo de lo esperado en el aeropuerto.

En esos casos, por supuesto, lo primero que debes hacer es asegurarte de que sabes cómo reclamar el retraso de un vuelo para recibir las compensaciones que te correspondan. Para ello, puedes informarte a través de la aerolínea o con la ayuda de AirHelp, cuyo personal experto asesora a sus clientes sobre sus derechos en cada caso.

Hacer esto es especialmente importante para que puedas reclamar la indemnización por retraso de vuelo a la aerolínea siempre que sea pertinente. Aunque presentar una reclamación a una compañía aérea puede ser algo tedioso si lo haces por tu cuenta, hacerlo con ayuda experta te permitirá reclamar tu vuelo con la seguridad de que tus derechos como pasajero aéreo permanecerán intactos.

La parte positiva de saber que puedes confiar en expertos cuando este tipo de incidencias ocurren es que puedes centrarte en sacar el máximo provecho de tu tiempo extra en el aeropuerto. Algo que a priori no son buenas noticias puede terminar siendo más fructífero de lo que pensabas.

Si tu vuelo se retrasa, deja volar tu creatividad

Pasar más tiempo del esperado en el aeropuerto puede ser la ocasión perfecta para dejar volar tu imaginación y creatividad. Desde luego, se trata de un entorno distinto, con vistas en algunas ocasiones espectaculares y con mucha, mucha gente, por lo que puede ser el sitio perfecto para encontrar inspiración.

imagen del aeropuerto de Singapur

Y es que los aeropuertos ya no son solo lugares de paso, sino que cada vez están más enfocados en hacer que la experiencia de los usuarios que los visitan sea más placentera. Así, por ejemplo, es posible encontrar entornos tan singulares como un jardín de mariposas o de árboles esculturales en el aeropuerto internacional de Changi, en Singapur, o incluso un campo de golf o un mercadillo de Navidad en el aeropuerto de Múnich, en Alemania.

Así, disfrutar del paisaje y aprovechar el tiempo para tomar las mejores fotografías o incluso dibujar en tu bloc de dibujo o iPad puede ser un buen entretenimiento.

Por otro lado, si te gusta escribir, el habitual tumulto de gente de los aeropuertos, aunque es cierto que no favorece la concentración, sí puede despertarte algunas ideas. ¿Ves alguna persona que puede parecer interesante? Abre la aplicación de notas de tu teléfono móvil y ponte a escribir una escena.

Paséate y descubre los locales del aeropuerto

Cuando subas al avión, seguro que ya pasarás bastante tiempo sentado, así que, mientras esperas a que llegue tu vuelo con retraso, una buena idea para estirar las piernas es dar un paseo por el aeropuerto y descubrir sus instalaciones.

Y no hablamos solo del duty free, sino también de la restauración. Y es que en los aeropuertos es posible encontrar verdaderas joyas que te permitirán degustar platos dignos de estrella michelín, como en el Gordon Ramsay Plane Food, en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, o la mejor comida tradicional del país donde estés.

Además, si tu vuelo se retrasa tanto que incluso debes comer en el aeropuerto mientras esperas, no debes olvidar que, aparte de la compensación por retraso de vuelo, la aerolínea también debe cubrirte lo que se conoce como derecho de asistencia.

Este derecho incluye los gastos que hayan podido surgirte a causa del retraso del vuelo, por lo que la comida se incluye entre estos. Así que investiga cuál es el mejor local de restauración del aeropuerto y no te olvides de guardar el tique. Así, si es posible, podrás reclamar el importe a la compañía.

Finalmente, no olvides que este derecho de asistencia incluye también otro tipo de gastos e incluso el traslado y el alojamiento si es necesario pasar la noche hasta que puedas tomar el siguiente vuelo, por lo que, si haces gastos extraordinarios durante todo ese periodo de tiempo, nunca está de más guardar los comprobantes de compra para, si es posible, poder reclamar esos importes posteriormente.