Cementerio de San Sebastián de La Gomera

AGENCIA EFE.– La muerte lleva aparejada al dolor por la pérdida de un ser querido un desembolso económico considerable, en torno a los 3.500 euros de media el servicio básico sin extras, pero hay dos lugares en España donde esto no supone un problema añadido porque la administración paga.

Uno está en Canarias, en la isla de La Gomera, donde sus ciudadanos tienen cubiertos todos los gastos; el otro, Fuentes de Andalucía, un pueblo de Sevilla de poco más de 7.000 habitantes, cuyo ayuntamiento, gobernado por Nueva Izquierda Verde Andaluza (NIVA), implantó este servicio en 2018.

Allí, el único requisito para tener acceso a estos servicios, incluida la apertura de nichos y el traslado de restos a un nuevo osario o columbario transcurridos diez años desde el entierro, es estar empadronado y residir en el pueblo al menos durante los cinco años anteriores al fallecimiento.

En La Gomera todos los gastos están incluidos: servicios fúnebres, caja funeraria, traslado del féretro, una corona de flores, embalsamiento del cadáver, gastos de sepultura y alquiler del nicho, lápida y colocación de la misma, velatorio, oficios religiosos, cien recordatorios y una esquela.

Ni siquiera hay que residir en la isla para beneficiarse de la póliza de decesos del Cabildo, que viene aplicando desde 2002: incluye a los residentes ausentes, con la única condición de que figuren como tales en los registros especiales de los seis municipios gomeros.

EL PESO DE LA EMIGRACIÓN

La isla tiene una población de derecho de 22.000 personas y se cuentan “por miles” los que residen en Cuba y, sobre todo, Venezuela, señala a EFE el presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, de la Agrupación Socialista Gomera (ASG).

Cuenta Curbelo que fue precisamente durante un viaje a Venezuela cuando se le ocurrió la idea.

La comitiva oficial pasó por una zona de chabolas y alguien le comentó que allí vivía un gomero; él preguntó si tenía familia, que no, y qué sucedía si le pasaba algo, si fallecía, y obtuvo el silencio por respuesta.

Por eso decidió que la póliza tuviera un “carácter universal”, sin distinciones, para que cubra a todos los ciudadanos de la isla “sea cual sea el país en el que residan”.

Se ha dado cobertura a decesos de gomeros en Canadá o durante viajes de “larga distancia”, y otros en los que los trámites resultan complejos, como el del fallecimiento de un joven en el Sáhara.

Incluso en algunos casos se ha atendido a gente que siendo gomeros no están incluidos en la póliza, “pero por una cuestión de humanidad se suele resolver”, indica Curbelo.

Pero es que hay más: si algún ciudadano de la isla tiene contratado un seguro por su cuenta, la póliza del Cabildo le compensa los costes a la familia del asegurado.

“A lo mejor esto no es bueno para los seguros porque le quita clientes”, dice con una media sonrisa Casimiro Curbelo, que calcula que desde la puesta en marcha de este servicio se han atendido a más de 2.000 personas y según la póliza vigente contratada por el Cabildo de La Gomera el coste máximo anual es de 659.716,66 euros.

EL MEDIO QUIÑÓN

No todas las fórmulas de la llamada ‘España vaciada’ para fijar población y dinamizar sus territorios pasan por la fórmula de los entierros gratis.

En el pequeño municipio de Villabrágima (Valladolid), de apenas mil habitantes, cumplir 25 años viene con un histórico regalo aparejado: medio quiñón.

¿Qué es este singular presente? Una porción de 2,5 hectáreas de las tierras pertenecientes al municipio que se entrega de por vida a los jóvenes con la condición de trabajarla y seguir empadronados en el pueblo.

Una tradición que hunde sus raíces en el siglo XV y que tiene “mucho éxito” entre los “chivarros”, como llaman a sus habitantes, cuenta a la Agencia EFE la alcaldesa del municipio, Noelia García, que especifica que en estos momentos hay unos 525 quiñones repartidos, es decir, más de 1.300 hectáreas.

Un reparto que se organiza cada mes de septiembre, después de las cosechas estivales de cereal que identifican y caracterizan esta zona de la Tierra de Campos vallisoletana, a la que acceden “tanto hombres como mujeres” con la única condición de cumplir los requisitos de la ordenanza de “uso y disfrute de terreno forero” que, entre otras condiciones, implica trabajar la tierra, estar empadronado e imposibilita su venta.

COSTE/BENEFICIOS

En la relación coste/beneficios de este tipo de medidas, el presidente del Cabildo de La Gomera lo tiene claro: está “completamente convencido” de que la gratuidad de los entierros en esa isla es un dinero bien invertido.

Es más, considera que es una de las políticas mejor valoradas por la población y que explican, en su opinión, su larga trayectoria al frente de las instituciones gomeras.

Primero como alcalde de la capital, San Sebastián de La Gomera, de 1983 a 1986, y luego como presidente del Cabildo, cargo que ostenta desde 1991 y que aspira a revalidar en las elecciones del 28M.

Esgrime que “una obra pública la sabe hacer cualquiera”, pero los políticos deben tener como prioridad “ponerse en el lugar” de sus conciudadanos cuando tienen un problema y darles “una respuesta cercana, humana”.

En esa filosofía enmarca otra serie de ayudas que da el Cabildo, para cursar estudios fuera de la isla, para pasajes de avión y barco, para la gratuidad de los libros de texto, para la compra de un audífono o unas gafas, para un “apoyo bucodental” o para la compra de un vehículo para personas con movilidad reducida.

“Todas estas cosas las hacemos y resolvemos desde el Cabildo”, proclama Curbelo, quien asegura que “no hay ningún colectivo en la isla que no tenga la cooperación” de la corporación para desarrollar su actividad.

En el presente mandato se han resuelto más de 3.100 solicitudes y otorgado en torno a 3 millones de euros en ese tipo de ayudas.

“Todo esto lo hacemos porque es difícil vertebrar económicamente un modelo productivo en una sociedad con 21.000 habitantes (…) y lo seguiremos haciendo hasta que el conjunto de ciudadanos canarios tengamos las mismas oportunidades y servicios”, concluye.