El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha medido concentraciones de dióxido de azufre (SO2) “muy altas” en los cráteres más al sur del volcán en Cumbre Vieja, La Palma, a pesar de que han transcurrido casi ocho meses desde el fin de la erupción.

El IGN informa en las redes sociales de estas mediciones, así como de la presencia de fumarolas “con alto contenido” de vapor de agua, lo que, aclara, “es habitual” en esta fase posteruptiva.

Días atrás, tanto el IGN como el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) publicaron vídeos en internet en los que mostraban agujeros en el suelo con lava incandescente en emplazamientos cercanos al cráter del volcán de La Palma, a muy escasa profundidad.