Además de causar la muerte de siete personas, el colapso del inmueble obligó a desalojar a otras noventa, también de inmuebles colindantes, y movilizó a 250 efectivos durante unas tareas de rescate que se prolongaron varios días.

José Julián Mena ha expresado su pesar y su homenaje «a todas las víctimas del peor suceso que Arona ha vivido en décadas», así como «a decenas de personas que se movilizaron para ayudar a las víctimas, que mostraron su humanidad y dieron lo mejor de sí mismas».

La causa penal abierta tras los sucesos fue archivada por el Juzgado número 3 de Arona en julio de 2018, el mismo mes en el que el Ayuntamiento recurrió dicho archivo ante la Audiencia Provincial, que confirmó la decisión del juzgado en septiembre de 2021

Un informe encargado por el Ayuntamiento de Arona señalaba que las obras realizadas por el banco Banesto –ya desaparecido– durante 2001 y 2002 para eliminar paredes y añadir ventanas en la planta baja del edificio podían ser la causa principal. Las reformas ocasionaron grietas en las paredes de algunas de las 28 viviendas que conformaban el edificio pero un estudio realizado a petición de los vecinos disipó sus preocupaciones argumentando la buena calidad del hormigón.