Volcán de La Palma Foto eltime.es (archivo)
ElTime.es.- “Son signos positivos no hay duda, solo falta que se acentúe esa tendencia”. Carmen López, como responsable temporal del IGN al frente del Comité Científico, muestra datos que hablan de un comportamiento volcánico mucho menos agresivo desde el pasado 25 de octubre. Son 9 días casi consecutivos de reducciones en ámbitos como el S02 (con excepción de un dato), de tremor o de sismicidad a altas profundidades. Sin embargo, prefiere mantener la prudencia: “Estos datos son sin duda buenos, pero debe seguir así más tiempo para que esa tendencia se confirme y podamos hablar de un final cercano”, puntualizó.

Esos datos son por ejemplo el SO2, que hoy se ha situado en 9.600 toneladas diarias (datos aportados por medidas de satélite). Este parámetro lleva en reducción desde ese 25 de octubre. Hay que recordar que hubo picos de hasta 56.000 toneladas diarias en esta erupción. Sin embargo, los científicos ya han dejado claro que para hablar del final el volcán deberá bajar hasta las, aproximadamente, 250 toneladas diarias.

También se ha reducido considerablemente el volumen de sismos a altas profundidades, aunque ese mantienen temblores de Magnitud 5 como el de esta mañana a las 7 horas. Casi han desaparecido los terremotos a más de 30 km de profundidad, donde se situaba la segunda cámara magmática que alimentaba la superior, a unos 12 kilómetros. La pregunta que esto genera es ¿se reduce la aportación de magma solo al que quede en la cámara superior?

A esto se une la reducción del tremor, por debajo de parámetros anteriores pero aún presente y la estabilidad de deformaciones en cercanías al cono del volcán.

Solo descuidar dentro de esos registros los valores de CO2 al alza, con 1750 toneladas diarias, según el dato aportado hoy.

El penacho también es menor, con una altura de 2.700 metros, muy por debajo de los 4.500 o 5.000 metros que llegó a alcanzar en plena apoteosis del volcán.