Manifestación en Cuba AFP

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, instó este domingo a sus partidarios a salir a las calles listos para el «combate«, como respuesta a las protestas pacíficas espontáneas surgidas contra su Gobierno en diferentes puntos del país. «La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios», dijo el dirigente durante una comparecencia televisiva especial, quien calificó las manifestaciones de «provocaciones de la contrarrevolución» y añadió que no permitirá «que nadie defienda un plan anexionista».

Las protestas se han producido al grito de «¡libertad!» en diferentes localidades del país caribeño, como San Antonio de Los Baños, Güira de Melena y Alquízar en la provincia occidental de Artemisa, Palma Soriano en Santiago de Cuba y también salió gente a las calles en algunos barrios de La Habana. Las protestas, las más fuertes que han ocurrido en Cuba desde el llamado «maleconazo» de agosto de 1994, se producen con el país sumido en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad.

Cientos de personas salieron este domingo a la calle a protestar contra el Gobierno en varias ciudades de Cuba, entre ellas en el pueblo de San Antonio de los Baños (Artemisa, oeste) al grito de «¡abajo la dictadura!», «libertad» y «patria y vida». La inédita manifestación, a la que a esta hora se sigue sumando gente, fue retransmitida en directo por usuarios de Facebook.

«La gente empezó a gritar, hay apagones horribles, de seis horas, esto no para, y es todos los días. Empezaron a caminar, muy pacíficos, lo único que hacían era gritar. Había mucha gente joven», dijo por teléfono una vecina de la localidad que se encontraba dentro de una tienda en el momento de los hechos.

El exilio cubano respaldó este domingo las protestas que tienen lugar en varias ciudades y pueblos de Cuba y pidió al Gobierno de Estados Unidos que encabece una intervención internacional para evitar que los manifestantes sean víctimas de «un baño de sangre». «Llegó el día que se levantó el pueblo de Cuba», dijo Orlando Gutiérrez, de la Asamblea de la Resistencia Cubana, una plataforma de organizaciones opositoras de dentro y fuera de la isla.

El dirigente del exilio en Miami, que preside el Directorio Democrático Cubano, subrayó que, según sus informaciones, hay protestas en más de 15 ciudades y pueblos de Cuba.»Está muy claro lo que quiere el pueblo de Cuba, que termine este régimen», subrayó. La Asamblea llamó al pueblo a mantenerse a las calles y a la policía y las fuerzas armadas de Cuba a ponerse de parte de la gente.

Una de las protestas más multitudinarias se produjo frente al Capitolio habanero, donde se congregaron unas 2.000 personas que después bajaron por el Paseo del Prado en dirección al Malecón gritando «dictadores» y «abajo el comunismo» entre otras frases. Camiones militares bloquearon el acceso al Malecón para impedir la entrada de esta manifestación, que se dispersó corriendo por las calles de la zona tratando de llegar al emblemático paseo marítimo.

Durante esa manifestación resultó herido el fotoperiodista español Ramón Espinosa, de Associated Press, y a otros corresponsales extranjeros les fueron robados sus teléfonos y equipos.

Durante esa manifestación resultó herido el fotoperiodista español Ramón Espinosa y a otros corresponsales les robaron sus teléfonos

Aunque inicialmente las acciones se habían desarrollado sin intervención policial, a lo largo de la tarde los ánimos se fueron caldeando y comenzaron a sucederse las detenciones de manifestantes que eran llevados a rastras a coches policiales, e incluso a camiones, y sacados del lugar. Alrededor de las 15.00 hora local (19.00 GMT) el servicio de internet en los móviles fue cortado y las llamadas comenzaron a mostrar inestabilidad, un «apagón» digital de varias horas que dificultó conocer en tiempo real qué estaba sucediendo en la isla.

Miguel Díaz-Canel se trasladó a San Antonio de los Baños pocas horas después de que se difundiera esa primera protesta, y posteriormente compareció en la televisión estatal instando a sus partidarios a salir a las calles listos para el «combate».

Las palabras de Díaz-Canel fueron respondidas de forma airada por numerosos cubanos en las redes sociales, donde condenaron que el jefe del Estado instara al enfrentamiento entre civiles en lugar de llamar a la pacificación y el diálogo. Tras ese llamamiento a los lugares de las protestas acudieron, muchos a bordo de autobuses estatales, brigadas ciudadanas gritando consignas a favor de la revolución como «Yo soy Fidel» o «Canel, amigo, el pueblo está contigo», además de un fuerte dispositivo policial y decenas de agentes vestidos de civil.

En La Habana han circulado convocatorias en las redes sociales para manifestarse en puntos de la avenida Malecón, pero hasta el momento no se ha realizado esa protesta. Esta tarde sí se congregó una veintena de jóvenes —entre ellos el dramaturgo Yunior Aguilera— a las puertas del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), donde convocaron a una protesta al grito de «¡Cuba sufre!» ante una fuerte presencia de agentes de la Seguridad del Estado.

Además, pidieron que las autoridades restablezcan el servicio de internet en La Habana, que se encuentra cortado en este momento. En las redes sociales han comenzado a circular vídeos de otros lugares, como el pueblo oriental de Palma Soriano (Santiago de Cuba) donde cientos de personas también se han movilizado en las calles y se escuchan consignas como «no más mentiras» y «no tenemos miedo». También han reportado réplicas de las protestas en las localidades de Güira de Melena y Alquízar, ambas de la provincia de Artemisa.

Esta es la protesta antigubernamental más grande que se registra en la isla desde el llamado «maleconazo», cuando en agosto de 1994, en pleno «periodo especial» cientos de personas salieron a las calles de La Habana y no se retiraron hasta que llegó el entonces líder cubano Fidel Castro.

Saqueos en tiendas de divisas

Varias de las polémicas tiendas estatales que venden comida y productos básicos en divisas fueron saqueadas este domingo durante la inédita ola de protestas antigubernamentales que recorre el país. La situación en la isla y los datos sobre los lugares en los que se van desatando manifestaciones y otros sucesos son confusos debido a los constantes cortes del servicio de internet y telefonía móvil, que depende de un monopolio estatal.

Testigos presenciales confirmaron que en el municipio de Cárdenas (Matanzas, oeste) fue saqueada una tienda de pago en divisas —comercios cuya apertura causó gran malestar ciudadano—, mientras que imágenes en las redes mostraron un suceso similar en la localidad de Güines (Artemisa, oeste). En los vídeos se ve a grupos de personas que rompen los cristales de las tiendas y lanzan productos alimenticios hacia la calle, mientras otros arramblan con cajas enteras.

Durante las protestas de hoy, uno de los gritos frecuentes fue «abajo las tiendas MLC», en referencia a las tiendas en «moneda libremente convertible» (eufemismo para divisas) que se han multiplicado en el último año en el país, concentran la mayoría de alimentos y bienes básicos y muchos cubanos no tienen acceso a ellas porque no cobran sus salarios en dólares o euros.

EEUU, «muy preocupada»

El Gobierno de Estados Unidos aseguró este domingo estar «muy preocupado» por las llamadas al «combate» que ha hecho el presidente de Cuba para detener las protestas contra el régimen en la isla, a la vez que defendió la «libertad de expresión y reunión» de los cubanos.

«Estamos muy preocupados por las ‘llamadas al combate’ en Cuba», dijo en un mensaje en Twitter la subsecretaria de Estado interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de EEUU, Julie Chung, que subrayó el apoyo de la Administración estadounidense al derecho de los cubanos a manifestarse pacíficamente. Chung, además, hizo una llamada a la «calma» y condenó «cualquier tipo de violencia».