El senador de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), Fabián Chinea, exige al Ministerio del Interior que permita que los migrantes que se encuentran en las islas puedan volar a la Península y dé marcha atrás en las instrucciones que ha dado a la Policía Nacional para impedir que puedan acceder a un avión para viajar a otra Comunidad Autónoma.
“La idea de “islas-prisión” en la que persiste el Gobierno”, explica Chinea, “es una decisión equivocada que podría tener graves consecuencias en las islas, entre ellas que se encienda la mecha de la xenofobia y el racismo en las zonas de Canarias en las que existe una mayor presión migratoria”.

 

El senador por la isla de La Gomera destaca que “la crisis migratoria en Canarias sigue siendo tan grave como en diciembre, pero inexplicablemente ha pasado a ocupar un lugar secundario en la agenda de los ministros del Gobierno de España con competencias en esta materia. Y su actitud de pasotismo podría reavivar el problema. Primero autorizaron el muelle de la vergüenza en Arguineguín. Luego los desplazaron lo hoteles y ahora tratan de ocultarlos en centros de internamiento en los que no se respetan los derechos humanos o los sueltan en las calles, sin recursos para subsistir, para que se busquen la vida”.
Chinea emplaza al Gobierno a que “actúe con valentía y exija a las Comunidades Autónomas que asuman y acepten la distribución solidaria de migrantes. La decisión de concentrar el problema en Canarias es inadmisible. Una solución injusta para los propios migrantes y también para las islas. Es una irresponsabilidad”.
El senador de ASG argumenta, a este respecto, que “la migración es un fenómeno imparable, y que existirá siempre. Millones de personas siguen huyendo de sus países, no solamente expulsados por el hambre, sino también por violaciones de derechos humanos, guerras o por motivos ideológicos. Y la solución no puede ser concentrarlos en un solo territorio para evitar enfrentamientos políticos con algunos representantes públicos de otros territorios”.

 

“Experimentos similares como los que ha habido en Grecia o en Lampedusa, y que ahora el Gobierno trata de reproducir en Canarias”, explica Chinea, “han resultado ser un modelo fallido ya que al final las personas  permanecen larguísimos periodos de tiempo en condiciones infrahumanas en centros hacinados. Todo con el único objetivo de mantenerlos alejados del continente europeo. Frente a esta manera de actuar tan solo cabe la aplicación de mecanismos de solidaridad y que entre todos asumamos que se trata de un fenómeno creciente que no puede gestionar un solo territorio”.